La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fotografía sobre las olas

Pablo Ares, profesor de surf, capta instantáneas del deporte desde el agua y trata de reflejar la belleza de las olas

1. Ola al amanecer. 2. Imagen tomada desde una tabla de surf. 3. Laura, una alumna, haciéndose un selfie la primera vez que se pone en pie en la tabla. 4. Dos pequeñas alumnas. 5. El fotógrafo, cubierto de espuma. 6. Borja, otro alumno. PABLO ARES

Pablo Ares es un hombre de surf. Pero es más que eso. Además de ser el responsable de la escuela Surfastur, Ares combina la tabla con el objetivo. Su licenciatura en Bellas Artes y su amor por la fotografía le han hecho aunar mar e imagen, ofreciendo así una perspectiva diferente del deporte: desde dentro del agua. Y eso no está exento de dificultad, tal y como reconoce el fotógrafo: "Al ser el surf un deporte de máximo riesgo y muy exigente, necesitas un equlibrio psíquico y físico muy importante debido al desgaste personal que proporciona y a la tensión que ejerce mentalmente si no estás preparado", asegura. No obstante, Ares destaca el "placer de dominar las situaciones altamente peligrosas y el placer de disfrutarlo y poder captar todo ello en una imagen".

En lo que se refiere a la técnica, este profesor de surf -que afirma que en una semana de clases es capaz de que sus alumnos se suban a la tabla- asegura que existen puntos en común con la fotografía en tierra. En ambos casos es necesario estar muy atento para captar el mejor instante y controlar la luz. "Los tonos, la temperatura del color, los reflejos en el mar y tu situación cuando fotografías determinan el resultado final", explica.

Ares no descarta utilizar estas imágenes que toma en el agua con fines comerciales, aunque los compradores principalmente sean los protagonistas de la imagen. "He trabajado como fotógrafo profesional para empresas como Red Bull Asturias, realizando fotografías desde un barco en el campeonato 'La Galea' en Getxo, junto a los mejores riders del mundo de ola grande, y han publicado los mejores momentos en revistas como la Surfer Rule o Surfastur Online, pero recuerdo que todavía me deben dinero", confiesa.

Este fotógrafo de las olas quedó enganchado de la imagen de la mano de su padre, Inocencio Ares Alonso, catedrático de Historia del Arte. "Por aquél entonces meterse al agua y salir con vida después de cada sesión fotográfica era lo más importante (siempre lo es), pero capturábamos con carretes de blanco y negro o de diapositivas que más tarde revelábamos en casa". Las acciones y el encuadre de cada disparo se quedaron grabados en la memoria de Ares. "Sorprendía la fuerza que tenían". Las dificultades también eran mayores: entraba agua dentro de las carcasas y se estropeaba la fiesta. "Hoy en día la innovación en cuanto a material de trabajo se ha revolucionado. Es mucho más fácil crear una obra de arte fotográfico, pero sigue necesitándose mucha mano, dominio y estilo".

Compartir el artículo

stats