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Viaje al centro de la imaginación

"Es chocante, Julio Verne escribió sobre todo el mundo sin salir de casa", dicen los visitantes de la muestra del Niemeyer

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Exposición sobre Julio Verne en el Niemeyer

La aventura no es el proceso, la aventura es un superpoder de la mente. Héctor Alegre, que es estudiante de Geografía de la Universidad de León, lo explicó ayer a su modo: "Nosotros mismos trazamos los límites a la imaginación". Alegre y sus compañeros de carrera -Lara Pintor, Javier Fernández, Héctor Nuevo y Noelia Garrido- visitaron ayer el Niemeyer en un viaje de estudios por la zona central del Principado. "No sabíamos que empezaba esta exposición sobre Julio Verne", subrayaron casi a coro. "Nos la encontramos de repente", apuntaron. "Esta muestra te permite hacer volar la imaginación", señaló Garrido. Los cinco universitarios atendieron a LA NUEVA ESPAÑA en la misma puerta de la cúpula del Niemeyer -la que da a la misma plaza- tras haber recorrido el mapa más lejano de un mundo inalcanzable, tras haber contemplado los primeros nueve minutos de imágenes submarinas de la historia o el primer reportaje original de la inmersión del submarino de Isaac Peral, el ingeniero cartagenero que hizo posibles los viajes enteros de veinte mil leguas o más.

Hasta el próximo día 16 abril y desde ayer mismo, el complejo cultural de la ría acoge una muestra dedicada a exaltar la creatividad de un escritor de provincias capaz de volar a la Luna o sumergirse en el manto de la Tierra sin siquiera salir la biblioteca de su casa. "Eso es, precisamente, lo que más está sorprendiendo a la gente: que escribió sobre todo el mundo sin salir de casa", aseguró ayer Rosa María Quintana, una de las primeras visitantes de la exposición "Los límites de la imaginación", un mapamundi del cerebro de un escritor que lo mismo se pasaba cinco semanas en globo que recorría la estepa rusa para advertir al gran duque de la presencia de un traidor en las filas del zar; un mundo sin arrobas, sin conexiones digitales, con la imaginación a flor de piel.

Diego Quevedo, marino, submarinista, cartagenero, es uno de los coleccionistas más destacados de la vida de Isaac Peral, el heredero en el mundo real del capitán Nemo. "Hace un año presentaron esta exposición en Madrid, les dije que tenía un centenar de documentos relacionados con Peral, que también era marino, submarinista y cartagenero", explicó. "Lo que al final me pidieron fue un reportaje de 11 daguerrotipos que tomó un fotógrafo inglés el 7 de agosto de 1889 en un dique del puerto de Cádiz. Durante media hora, Isaac Peral y cinco compañeros permanecieron bajo el agua por primera en la historia", subraya el coleccionista con satisfacción. Nemo, al mando del "Nautilus", recorrió el mundo entero sólo 19 años antes de que lo hiciera en verdad el ingeniero español, que dejó escrito un manifiesto contra todos aquellos que lo deshonraron, en aquel siglo XIX de todos los demonios españoles.

Julio Verne en sólo 77 años inventó la globalización ("La vuelta al mundo en 80 días"), atendió a la mitología de los hechos naturales ("El rayo verde"), descubrió el mundo más desconocido de África ("Cinco semanas en globo") y fue capaz de pensar antes que nadie en internet ("París, en el siglo XX"). Los límites de la imaginación, como recordaron los estudiantes leoneses, acercan los sueños. La muestra que desde ayer se encuentra en la cúpula contribuye a ampliar el mundo entero y el Niemeyer es el vehículo propulsor.

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