La procesionaria ha invadido el pinar de La Colonia, en Salinas, en medio de alarma de los vecinos, ya que este tipo de oruga puede ser letal para los perros y peligrosa para los niños, según explican los expertos. "El pinar de La Colonia es propiedad de la Universidad de Oviedo y ya hemos avisado para que se tomen medidas urgentes", señaló ayer el concejal de Medio Ambiente, José Luis Garrido (IU), tras recibir las primeras denuncias ciudadanas. "Los técnicos de la empresa Urbaser, que es la adjudicataria de la limpieza de parques y jardines municipales, han elaborado un informe sobre las medidas que hay que tomar para eliminar la plaga y lo hemos remitido también a la Universidad", añadió el edil.
La procesionaria se desplaza en grupo de forma alineada, a modo de procesión, de ahí su nombre. Es una especie de lepidóptero que puede ocasionar daños en personas y animales domésticos por contacto. Los expertos aconsejan tener cuidado con los niños porque pueden padecer urticarias o alergias e irritación en piel, ojos y nariz. El pinar de La Colonia linda con el colegio de Primaria de Salinas.
Pero es especialmente peligrosa para los animales domésticos, sobre todo los perros y gatos, pues se las pueden tragar y pueden ocasionarles inflamación en los labios, boca y cabeza. En el peor de los casos, el tóxico que contiene la procesionaria puede ocasionarle al animal una necrosis en la garganta y en la lengua; y la posterior muerte.
Algunos usuarios del parque municipal de perros de Piñole, en Salinas, han denunciado que los pinos que hay en la zona también tienen procesionaria y temen por los canes. "No tenemos conocimiento de que exista procesionaria en ese parque, no hemos recibido ningún aviso sobre el asunto", aseguró Garrido.
