El pastelero Julio Pardo, para el que las acusaciones piden 25 años de cárcel por el asesinato de su mujer, Susi Amores, en enero de 2016, sostiene que no recuerda haberla matado, que cometió el crimen completamente borracho y bajo los efectos de pastillas y solicita su libre absolución. El letrado que ejerce su defensa, Félix Guisasola, presentó ayer su escrito de calificación de los hechos en el que concluye que su cliente cometió un delito de homicidio, pero pide que se aplique la eximente completa de intoxicación plena.

Las acusaciones sostienen que Julio Pardo mató a golpes a su esposa en el dormitorio conyugal en la madrugada del 26 de enero de 2016 con el objetivo de "causarle la muerte", un crimen que cometió "de manera consciente y deliberada" y, además, provocando a la víctima un "extraordinario y desmedido dolor". Por estos hechos, le atribuyen un delito de asesinato con las circunstancias agravantes de la pena de desprecio de género y parentesco, por el que solicitan 25 años de cárcel, diez de destierro y el pago de indemnizaciones que superan los 450.000 euros. La defensa reconoce que no hay duda de que Julio Pardo mató a su mujer (estaba en la vivienda cuando las fuerzas de seguridad descubrieron el cadáver), pero alega que el pastelero estaba prácticamente inconsciente por el consumo de alcohol y pastillas. "Hay informes médicos que así lo confirman. Los análisis demuestran que tomó gran cantidad de pastillas y alcohol, no sabe lo que ha hecho", apuntó el letrado Félix Guisasola, que plantea como alternativa una condena de dos años y medio por un homicidio con la eximente muy cualificada.