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La Figura De La Semana | JOSÉ PÉREZ ÁLVAREZ | PROPIETARIO DEL BAR MARYMAR DE PIEDRAS BLANCAS, SE JUBILA

25 años dando de comer a Castrillón

El tinetense José Pérez Álvarez se jubila el día 31 y deja la popular casa de comidas Marymar, que regenta desde hace casi un cuarto de siglo

José Pérez Álvarez, "Pepe" el del Marymar, | MARA VILLAMUZA

José Pérez Álvarez, "Pepe" el del Marymar, se jubila a finales de este mes tras casi 25 años regentando el popular bar de Piedras Blancas. Pepe salió de La Mortera, en la parroquia tinetense de Cerredo, con apenas 13 años dejó en el pueblo a sus padres, agricultores, y él y su único hermano se trasladaron a buscarse la vida a Gijón. "Pepe" el del bar Marymar de Piedras Blancas cumplió los 13 años el 31 de agosto y, antes de que terminase ese verano, el 13 de septiembre comenzó su vida laboral en la sidrería Casa Josefa de Gijón. Dos años después se trasladó a El Xeitosa, un local gijonés en el que cocinaba Ramón, de Luarca, que le enseñó al adolescente sus secretos culinarios. "Ramón era muy buen cocinero y mejor persona y allí aprendí casi todo lo que sé", recuerda.

Pepe se jubila el próximo 31 de agosto y sus clientes y amigos le agasajaron con una cena el pasado jueves. Porque Pepe lleva casi 25 años en el local del número 27 de la calle Ramiro I, al que llegó tras más de dos décadas en El Xeitosa. Pepe cocina y gestiona el bar en el que tiene además tres trabajadores fijos durante todo el año y uno más en verano para atender la terraza. José Pérez dejó Gijón hace casi un cuarto de siglo porque unos parientes que tenían bares en Piedras Blancas se lo propusieron. Poco después arrendó el Marymar.

El Marymar es una casa de comidas "de las de toda la vida" con seis mesas y una barra y que desde hace unos años abrió terraza. Es un local familiar con comida casera. Pepe está en la cocina y un pariente suyo en la barra.

Los clientes temen que ahora, con la jubilación, el Marymar eche el cierre y entonces se quedarán huérfanos de la merluza en salsa de oricios, que todos coinciden en decir que es la mejor de Asturias. Pese a ser de tierra adentro, Pepe Pérez es especialmente famoso por los platos que cocina con productos del mar: el salpicón de marisco, las almejas a la marinera, además de todos los pescados que hace amorosamente a la plancha. También borda los callos, el cordero y el jabalí, más propios de su lugar de nacimiento.

El Marymar da menús del día, más de 50 diarios, y también muchos vecinos se llevan la comida a casa. "En Navidad hay que encargar los platos que quieres para casa lo antes posible. Algunos años tenía casi 300 clientes delante", explica una vecina asidua del Marymar. "Desayuno aquí casi a diario, estoy como en casa", dice. El Marymar se abre antes de las siete de la mañana para dar desayunos y ahí empieza la rutina diaria de Pepe. "Puedes ir a desayunar, comer, merendar o cenar y también a tomar el vermú en el que, aunque haya mucha gente en la barra, siempre te dan pinchos en cantidad. Tiene un especialidad que nos gusta a todos los clientes, los champiñones con ajo", asegura un parroquiano.

Los clientes llegan al Marymar no sólo del concejo sino de toda Asturias. Además, José Pérez es muy conocido en otros puntos de la geografía asturiana porque siempre ha participado en eventos festivos: la Semana Negra de Gijón y festivales de la cerveza, principalmente.

José Pérez Álvarez tuvo una hija con su primera mujer que actualmente es profesora de la Universidad en el estado norteamericano de Oregón. El matrimonio terminó tras ocho años de convivencia y Pepe Pérez lleva más de 20 años con Mary Luz González, que trabaja en el Aeropuerto de Asturias, y que aportó a la pareja un hijo. El hostelero presume de que los hijos de ambos se llevan como hermanos. Hasta hace un año la familia residió en Piedras Blancas, pero ahora vive en Ponte (Soto del Barco), una zona tranquila y cerca del Aeropuerto.

La jubilación se la plantea Pepe el del Marymar como una nueva etapa en la que, de momento, quiere descansar tras 50 años de trabajo. Ahora podrá dedicarse a pescar sobre todo en el mar y también en el río. También le gusta el senderismo, porque como dice "la cabra tira al monte" y él proviene de una aldea de la montaña de Tineo. Además, tendrá tiempo para visitar a su nonagenaria madre que vive en Gijón desde que dejó la agricultura en La Mortera.

El hostelero quiere agradecer a todos su clientes y amigos la confianza que han puesto en su negocio durante los últimos 25 años y prepara una fiesta de despedida que se celebrará antes de que termine el mes.

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