Los Reyes Magos tardaron 1.957 años en llegar al portal que la antigua Ensidesa había dispuesto en Llaranes. Cuando dieron con el barrio avilesino lo guardaron en sus GPS estelares y no faltaron nunca más a la fiesta mayor del poblado: de 1957 hasta los primeros años de la década de los ochenta. "Era un acontecimiento", cuenta Adrián Rosas, productor, vecino de Llaranes, cuatro décadas en el poblado... "Los reyes que recibías en la plaza Mayor muchas veces eran los únicos que tenías", cuenta con una gran sonrisa. Y es que Rosas sabe de lo que habla: tiene siete hermanos y todos los 6 de enero guardaba cola para recibir el regalo que venía en el vale que su padre había elegido.
La fiesta de la Epifanía marcó tanto en el pasado la vida cotidiana de Llaranes que el Club Popular de Cultura presentó ayer el documental "Los Reyes Magos en 1969", una película recuperada y locutada por José Carlos Valdés, el exdocumentalista del club. De hecho, la edición que se presentó anoche en el centro sociocultural de Llaranes está dedicada a la memoria de Valdés.
En la película se ve a los niños reunidos en la plaza haciendo colas para coger los regalos. "Esta fiesta fue una idea del director de asuntos sociales, de Fran Lorente. Le conocí bien: su cabeza ideó el Grupo de Montaña, la Jira y los Reyes Magos, que era su fiesta predilecta", aseguró Del Río.
En la imagen del reverso del disco hay una foto de grupo en la que aparece Adrián Rosas. "Soy el niño de la capucha", cuenta antes de confesar que el regalo que más grabado se le quedó en la memoria fueron unas pistolas de "Bonanza": "De la serie...", aclara. Nieves Rodríguez, sin embargo, habla con satisfacción de "cacharritos, una muñeca y hasta un oso de peluche en el que podías guardar el camisón" , detalla.
Los Magos lo eran de los hijos de los productores de entre 2 y 11 años. "Cuando cumplías 12, pues te fastiabas", admite Rosas. Rodríguez habla de los últimos años, en la década de los setenta. "A mi hermano mayor no le tocaron, pero se casó un día de Reyes. Antes de la boda ya estaba allí para cogerlo", cuenta. José Ángel del Río, el expresidente del Club Popular, aseguró haber vivido en primera persona aquella fiesta sideral "sólo un año". Le trajeron un aeropuerto que tenía una manivela que permitía fingir que un avión echaba a volar. Al actual presidente, Rubén Domínguez, no le tocaron. El GPS de los Reyes Magos se averió hace tres décadas. Desde entonces, los Magos prefieren el centro de la villa.
