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El acero y el cinc avilesinos ganan peso en sus mercados a nivel mundial

La planta de Azsa produce el 4,1 por ciento del metal galvanizador a nivel internacional y Arcelor fabrica en Asturias el 3,3% de su sector

Instalaciones fabriles de Arcelor-Mittal en Avilés. MARA VILLAMUZA

La comarca avilesina crece como gran polo industrial a nivel internacional. Así lo indican los datos de producción publicados estos días tanto por la patronal mundial del acero Worldsteel Association (WSA) como por el International Lead and Zinc Study Group (ILZSG), que se encarga de analizar la realidad de dos metales secundarios, pero de primera envergadura: plomo y cinc.

Según este informe, el 4,1 por ciento del cinc del mundo sale de la fundidora de San Juan de Nieva. Esto supone que la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) es la tercera productora del metal galvanizador en todo el planeta. En cuanto al acero, el resultado es semejante. Arcelor-Mittal es uno de sus primeros productores del mundo. De las dos fábricas que posee en el Principado -Avilés y Veriña- salen al mercado el 3,3 por ciento de la producción del mundo.

La situación del acero y del cinc -que es principal- contrasta con el tercer metal producido en la comarca de Avilés: el aluminio. La fábrica de Alcoa de San Balandrán apenas es responsable del 0,1 por ciento de la producción de la Tierra. La razón la explica el International Aluminium Institute (IAI). Según los datos hechos públicos recientemente, en 2017 el planeta produjo 53 millones de toneladas y la planta de Alcoa Inespal, en torno a 100.000 toneladas. ¿Quién se lleva la parte del león? China. La mitad de los 53 millones de toneladas salen del gigante asiático.

Hace décadas que el mercado de las materias primas es único y mundial. Por eso, el camino que emprende China tiene su eco inmediato en Europa y, por supuesto, en la comarca de Avilés. La empresa Arcelor se guarda de publicar la producción final de sus cabeceras. Sin embargo, según fuentes sindicales, entre las dos plantas fabrican cerca de cinco millones de toneladas de acero. De ellas, algo más de 800.000 corresponden a Veriña y el resto, a Avilés. La WSA publicó que fueron 1691, 2 millones de toneladas de acero las que se comercializaron el pasado año. El porcentaje que corresponde a China es igual que el del aluminio: la mitad del acero del mundo es del Lejano Oriente.

La posición de Asturiana de Zinc (Azsa) es superior porque el cinc es un metal de carácter secundario, pero fundamental para el desarrollo de automoción y construcción. El acero bañado en cinc es un producto altamente demandado. Esta pasada semana, la corporación industrial Glencore -los dueños de Azsa- publicaron los resultados económicos del pasado año. Son responsables de 789.200 toneladas de cinc metal. Corresponden a la fábrica de Castrillón 523.239, o sea, el 66,12 por ciento de todo el conglomerado anglosuizo, el tercer productor de cinc del mundo.

La realidad de este metal es singular: apenas se produjeron 12,5 millones de toneladas de cinc en todo el planeta en 2017. Este metal lo manufacturan principalmente tres multinacionales: Korea Zinc, Nyrstar y Glencore, que produce cinc metal, entre otros sitios, en San Juan de Nieva, en Nordenham (Alemania) y en Portovesme (Italia).

La distancia que existe entre lo que Glencore declara que sale de Asturias y lo que asegura que produce en las otras empresas es sideral. Tres de cada cuatro toneladas que pone en el mercado son asturianas, de la comarca.

La escasez de mineral de cinc a nivel internacional lo emparenta con el oro. Hay poco, pero todo el mundo lo reclama. Esto es lo que ha causado una elevación de su precio cotizado: actualmente a niveles anteriores a la crisis, esto es, a más de 3.500 euros la tonelada. O sea, poca materia prima y buena parte de ella, manufacturada en San Juan de Nieva. Además, la empresa Azsa ha iniciado la construcción de un almacenón en terrenos del puerto de Avilés que contará con una capacidad que va a rondar las 250.000 toneladas. Esta situación no hace más que enriquecer la posición mundial de la fábrica de Asturiana de Zinc de San Juan de Nieva.

Es decir, la comarca de Avilés es de acero y de cinc. No lo es de aluminio porque la empresa Alcoa hace años ordenó reducir a la mitad la capacidad de producción de su centro de trabajo avilesino. Fueron los primeros años de la crisis. La planta avilesina tiene una capacidad de algo más de 150.000 toneladas y esta cifra se ha convertido ahora en una ambición para la plantilla.

Esta reducción de su producción de aluminio ordenada de manera unilateral por la propia dirección de la compañía chocó también con la crisis energética (el elevado coste de la factura de la luz) y todo eso ha colocado a la fábrica avilesina en una posición de debilidad desde cualquier punto de vista: interno o externo. La planta avilesina es pequeña para Alcoa y lo es también para el propio mercado mundial. No sucede así con Arcelor, que recibirá nuevas inversiones, o Azsa, cuya producción no deja de crecer desde 2008.

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