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JOSÉ MANUEL ARTÍMEZ ENCINA | Investigador, responsable de Aceros y Aleaciones Metálicas del ITMA

"Las empresas no se conocen: saben competir, pero no saben colaborar entre ellas"

"A los políticos se les llena la boca diciendo lo importante que es la I+D+i, pero en la práctica la realidad es otra"

José Manuel Artímez Encinas. MARA VILLAMUZA

El investigador José Manuel Artímez Encina (Pola de Lena, 1970) es el responsable del área de Aceros y Aleaciones Metálicas del Instituto de Materiales (ITMA), en la que trabajan 19 personas. Dirige además, junto al catedrático Javier Belzunce, el programa "Caldia", un itinerario formativo en torno a la simulación integral del proceso siderúrgico. Artímez Encina es ingeniero industrial y doctor por la Universidad de Oviedo en Ciencia de los Materiales. Dio clases en la Universidad y desde hace 20 años desempeña su carrera como investigador: primero como técnico, después como coordinador de una unidad de investigación y ahora como director del área de Aceros y Aleaciones Metálicas.

- ¿Por qué nace "Caldia"?

-Después de veinte años trabajando con empresas del sector siderúrgico y metalmecánico asturiano, identificamos un déficit de conocimiento. Hay empresas donde hay técnicos que usan el acero y nunca han visto cómo se fabrica. Y al revés, hay ingenieros metalúrgicos o de proceso en una siderúrgica, que están en un tren de laminación en caliente o en un tren de recocido en continuo, pero que nunca han visto aguas abajo cómo se transforma el acero. También vimos que las empresas asturianas no se conocen: saben competir, pero no saben colaborar. Hay empresas en la región muy potentes, que hacen cosas increíbles, y muchas de ellas se enfrentan a problemas similares. Nosotros identificamos que era necesario crear una mesa de trabajo en la que estas empresas pudieran intercambiar problemas, ideas, retos, y convertirlos en proyectos, de tal forma que puedan colaborar en algunos aspectos para ser más competitivas. "Caldia" nace tras detectar una necesidad de colaboración y de conocimiento en la cadena de valor del acero.

- La primera edición ha sido muy aplaudida y la segunda está a la vuelta de la esquina.

-Estamos en fase de promoción. En las próximas semanas se va a enviar información y se concretarán horarios. Queremos hacerlo más corto para no interferir con la actividad profesional (está orientado a personas que están trabajando), más intenso y que sea modular. La primera edición se centró en las empresas que forman parte del polo del acero, en la próxima se va a extender a más compañías.

- El área de Siderometalurgia del ITMA se denomina ahora acero y aleaciones metálicas. ¿Cambio de nombre y de estrategia?

-El nombre anterior estaba muy enfocado al sector siderúrgico pero nuestra actividad no se centra exclusivamente en el desarrollo de aceros. Sí que desarrollamos aceros con Arcelor y otras acerías, pero los aplicamos para diferentes usos finales. Es el mismo planteamiento que el programa de formación. Abordamos toda la cadena de valor del acero y de otros materiales metálicos, desde el diseño hasta su caracterización final. Una de nuestras líneas de actividad es precisamente el desarrollo de aceros para diferentes sectores y aplicaciones. Diseñamos la composición química, en las plantas piloto elaboramos los materiales experimentales y los procesamos de acuerdo a tratamientos termomecánicos y térmicos que también diseñamos nosotros. Una vez que tenemos ese material experimental, elaborado a escala de planta piloto, lo caracterizamos y analizamos sus propiedades mecánicas, su actitud al conformado, su soldabilidad, etcétera. Al final podemos dar esa receta de fabricación y de transformación de un nuevo material.

- El ITMA busca fondos para la investigación de la fabricación 3D, ¿por dónde van los tiros?

-La tecnología de fabricación tiene ya cierta madurez pero donde hay problemas que resolver es en los materiales. Hay una falta muy importante de calidades con las que trabajar y también de conocimiento. Con relación al acero, hay una docena de calidades (tipos de acero) en polvo metálico para fabricar piezas. Además, no se conoce todavía con mucha exactitud cuales son las propiedades que adquiere ese polvo en la pieza final. Hay dudas con respecto a normas, estandarización, homologación y demás. En el ITMA hemos creado una unidad virtual para intentar dar respuesta a estas necesidades, para crear una serie protocolos de análisis y de ensayo de materiales y de piezas que faciliten la introducción de este tipo de piezas en la industria.

- ¿La apuesta de Arcelor-Mittal por esta tecnología repercute en la estrategia del centro?

-Nuestra estrategia depende de muchas cosas, hemos nacido para dar soporte a las empresas asturianas y también queremos adelantarnos. Por supuesto, si hay una empresa tan importante como Arcelor que apuesta fuerte por esta tecnología nosotros queremos estar ahí y poder colaborar con ellos en todo lo que están haciendo.

- ¿La Manzana del Acero, que se completará en los próximos meses, es ya un referente fuera de Asturias?

-Es algo joven todavía, aunque llevamos muchos años trabajando en la simulación integral del proceso siderúrgico. Cada vez tiene más trascendencia. Hay empresas de fuera de España que nos están llamando interesándose. Pone de manifiesto que lo que estamos haciendo no es solo útil, sino que despierta interés.

- Las empresas que participaron en la primera edición de "Caldia" piden más apoyo de la Universidad, ¿cómo implicarla?

-Todos podemos implicarnos más. Nosotros tenemos muy buenas experiencias en planteamiento de proyectos en los que están todos los actores, desde la investigación básica hasta la aplicación industrial. Uno de los proyectos más interesantes que hemos hecho en los últimos años, que está dando lugar a una patente, involucraba a la empresa, a un centro tecnológico y a un organismo público de investigación, similar al papel que puede hacer la Universidad. Cuando los tres actores están en el mismo proyecto, es increíble las cosas que se pueden hacer.

- Lleva 20 años en la investigación, ¿algún proyecto que destaque de forma especial?

-He participado en más de cincuenta proyectos (regionales, nacionales e internacionales). Recuerdo de manera especial los proyectos europeos en los que tuve la oportunidad de colaborar con diferentes fabricantes de acero y centros de investigación en el desarrollo de aceros avanzados de alta resistencia para el sector de la automoción. La colaboración con Arcelor-Mittal, en particular, ha sido y es muy fructífera.

- ¿Hay un apoyo real de la administración pública a la I+D+i o se queda en buenas palabras?

-Estoy un poco desconcertado con la política de I+D. A los políticos se les llena la boca diciendo lo importante que es, pero en la práctica la realidad es otra, aunque entiendo que los recursos son limitados. Hay una apuesta por la I+D pero no veo cómo se está materializando en la práctica. Hay países donde invierten mucho y se nota en la generación de tejido industrial. En España vamos muy por detrás. Espero que cambie y que no siga sucediendo lo que ahora. Gastamos dinero aquí para formar a la gente, esos científicos se van a otro país para trabajar en empresas que fabrican productos que nosotros compramos y cuando pasa el tiempo ya se les valora y se les paga una pasta para que vuelvan. No me parece una inversión muy sabia.

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