La parcela anexa a la fuente y el arroyo de Cantalarrana, en Santolaya de Nembro, ha vuelto a despertar la inquietud de los vecinos de la parroquia. El cauce del arroyo está vacío, canalizado por tuberías hace unos años en unas obras realizadas sin licencias urbanísticas para ello, y a la fuente y el lavadero no llega el agua. El Ayuntamiento de Gozón paralizó toda actividad en la parcela al carecer de permisos, pero el pasado 18 de marzo, la Confederación Hidrográfica del Norte autorizó la construcción de una nave en dicha finca.
La Asociación de Vecinos de Santa Eulalia de Nembro ha presentado alegaciones ante esta autorización, entendiendo que se concede como continuidad de un permiso concedido en 2013, "manteniendo sine die las condiciones impuestas y contraviniendo con ello los límites temporales fijados".
Para los vecinos, la Confederación debería archivar las actuaciones precedentes e iniciar, en su caso, una nueva tramitación. Las dos órdenes de paralización emitidas por el Ayuntamiento de Gozón sostienen la petición de los vecinos, según su criterio.
Por otra parte, la autorización de la Confederación Hidrográfica para la construcción de la nave contiene un error, a juicio de los vecinos, al considerar que se trata de una continuación de unas obras. "No existe ninguna obra iniciada amparada en licencia urbanística alguna", señalan los residentes, una situación comunicada por el consistorio a la propia Confederación. Lo que sí se aprecia es "la desnaturalización del cauce de un río y la necesaria restitución de la legalidad relativa a la tubería por la que discurre dicho cauce y su prolongación hasta la zona del lavadero", obras que son "ilegales e ilegalizables".
En sus alegaciones, los vecinos de Santolaya indican que en la autorización otorgada por la Confederación Hidrográfica no se recoge "el riesgo y las afecciones al ecosistema fluvial que supondría, por ejemplo, la realización de una planta de almacenamiento de purines", limitándose a señalar el expediente un genérico "actividades agrícolas".
