Proaza, L.VALDÉS

A los visitantes que ayer se acercaron hasta Proaza para conocer a «Furaco» les preocupó la actitud un tanto «pasota» del oso cántabro. Aunque todos le disculparon, porque han pasado tan sólo seis días desde que el plantígrado llegó al cercado asturiano, procedente del parque de Cabárceno. Para tranquilidad de todos sus seguidores, su cuidador Roberto García asegura que el comportamiento de «Furaco» es el esperado y que se trata de un animal muy listo que nada más llegar ya se preocupó de hacerse un hueco a la sombra en su cercado.

«Nosotros tenemos el convencimiento de que todo va a salir a la perfección», comentó García en la mañana de ayer muy ilusionado, sin perder de vista al enorme plantígrado, que pesa más de 300 kilos.

A partir de ahora, el cuidador asegura que lo fundamental es observar al detalle todos los comportamientos de los osos, para estudiar su evolución, y que todo el proceso salga a la perfección. De ser así, tal y como los expertos confían, «Paca» y «Tola» podrían convertirse en madres la próxima primavera. Entonces, «Furaco» habría cumplido.