Mieres del Camino,
J. VIVAS
La rehabilitación del pozo San ta Bárbara de Turón, la primera mina declarada Bien de Interés Cultural, acaba de salvar su último escollo. La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha desbloqueado el proyecto, aunque ha impuesto al Ayuntamiento de Mieres una serie de condiciones para poder llevar a cabo los trabajos. El teniente de alcalde y concejal de Cultura, Manuel Ángel Álvarez, aseguró el cumplimiento de estas medidas que, tal y como explicó, «son totalmente viables y no interfieren en el desarrollo de la rehabilitación de la explotación».
El informe de la CHC señala que la actuación sólo podrá llevarse a cabo sobre los dos castilletes, el pozo de ventilación y el edificio de compresores, tal y como recoge el proyecto inicial. La alteración de cualquier otro elemento de la explotación requeriría una nueva autorización del organismo de aguas. La CHC destaca la cercanía del río Turón al pozo, indicando su condición de zona inundable. Por ello, exige que el cierre de seguridad previsto para la obra sea permeable. Una vez terminados los trabajos, se deberá tramitar una nueva autorización al organismo de aguas para reformar el cierre de seguridad.
Otro de los requerimientos impuestos por la Confederación es la necesidad de buscar un emplazamiento para el acopio de materiales de construcción y maquinaria alternativo al que se muestra en el proyecto. La CHC argumenta que la medida «tiene el objeto de evitar que puedan ocasionar una reducción significativa de la sección de desagüe, provocar la contaminación o degradación del dominio público hidráulico y flotar o ser arrastrados provocando la obstrucción de obras de drenaje y puentes».
Estas medidas, según reseñó el concejal de Cultura, «no interfieren los trabajos, ni tampoco los retrasan». Algo muy distinto hubiese ocurrido de tener que cumplir los requerimientos iniciales de la Confederación, que exigía una serie de proyectos y planes urbanísticos cuya redacción y proceso de aprobación habría dilatado en exceso el proyecto. El cambio de opinión se debió en parte al informe redactado por la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA), que desestimó la necesidad de realizar nuevos planes urbanísticos al tratarse de una reforma y no una rehabilitación.
Mientras tanto, el Ministerio de Cultura, encargado de licitar los trabajos al incluirlos en el plan nacional de patrimonio industrial, tendrá que volver a sacar a concurso las obras forzada por una denuncia de la Confederación Asturiana de la Construcción debido a un error en el pliego de condiciones técnicas del concurso. El proyecto de rehabilitación del pozo Santa Bárbara cuenta con un presupuesto de alrededor de un millón de euros. La financiación está garantizada por los Presupuestos Generales del Estado, que este año han destinado una partida de más de 600.000 euros.
