A vueltas con la ordenanza del taxi

La polémica modificación de la normativa en Mieres iguala a los profesionales, que podrán utilizar todas las paradas y deberán cobrar el viaje desde la más cercana

Taxis estacionados en la parada de Manuel Llaneza. FERNANDO GEIJO

La habilitación de la parada de taxis del nuevo hospital Álvarez Buylla en Santullano obligó a modificar la ordenanza municipal de auto-taxis de Mieres. El texto fue aprobado en solitario por el equipo de gobierno de IU y actualmente se encuentra en periodo de información pública. En total, se modificaron tres artículos referidos a los conductores, el pago de los viajes en función de las paradas y el cobro. Los dos primeros han generado polémica desde el primer momento, enfrentando a los taxistas del casco urbano con los del extrarradio.

Los conductores y las paradas. La ordenanza señala que los auto-taxis del concejo de Mieres "están autorizados a estacionarse y esperar la toma de viajeros en cualquier parada, siempre que se de la circunstancia de que en la misma haya sitio libre". Esta modificación viene a igualar a los profesionales del taxi que operan tanto en el casco urbano de Mieres como en el extrarradio. Hasta ahora sólo los taxistas del casco urbano tenían movilidad en todo el concejo, mientras que los del extrarradio tenían su actividad limitada. También aplica el "punto corrido" en todas las paradas de taxi del concejo y no únicamente en las del casco urbano de Mieres, donde sí estaba establecido este sistema.

Los viajes. La normativa modificada señala que "el cobro de las tarifas a los usuarios se efectuará desde la parada más cercana a estos, con independencia de dónde acuda el vehículo". Esta circunstancia se dará en los supuestos de recogida de viajeros a través del teléfono, radio u otro medio de comunicación. El concejo de Mieres cuenta con seis paradas de taxi, dos en el casco urbano -Manuel Llaneza y Carreño Miranda-, Turón, Figaredo, Ujo y Santullano (hospital), que corresponden a los núcleos más poblados del concejo. De este modo, si un vecino de Ujo solicita un taxi, aunque el profesional se encuentre en ese momento en el casco urbano de Mieres, está obligado a cobrarle el viaje desde la parada de Ujo y no desde Mieres, tal y como se venía haciendo hasta ahora. Por otro lado, existe la posibilidad de que se amplíen las paradas de taxi en el concejo. La petición podría llegar tanto desde los vecinos como desde los propios profesionales del taxi que entiendan que hay una necesidad real. Aún así, tal y como explicaron fuentes municipales, la petición tendría que pasar por una valoración y contar con los pertinentes informes antes de establecerse finalmente.

El cobro. Este es el aspecto menos polémico de la reforma de la ordenanza y obliga a los taxistas a proporcionar cambio de hasta un máximo de 50 euros. En el caso de que el cliente aportarse mayor cantidad, tendrá que abandonar el vehículo para buscar cambio y el conductor podrá reclamar el tiempo de espera. Si es el conductor el que no dispone de cambio de 50 euros, tendrá que abandonar el coche para buscar cambio y no podrá cobrar más al cliente por el tiempo de espera.

La polémica. La modificación de la ordenanza sólo contenta a los taxistas del extrarradio y tiene en contra tanto a los profesionales que operan en el casco urbano como a la federación de asociaciones de vecinos. Estos dos últimos aseguraron que presentarán alegaciones a la norma e, incluso, los taxistas van más allá y amenazan con acudir a los tribunales de salir adelante. Los profesionales del casco urbano aseguran que, con los cambios, se incrementarán los costes de explotación, además de descompensar a los vecinos del norte y sur del concejo.

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