Los trabajadores del nuevo hospital Álvarez Buylla de Mieres se concentraron ayer a las puertas del centro para exigir nuevas contrataciones. La plantilla denunció que la actual organización de personal, similar a la que tenían en las antiguas instalaciones de Murias, "afecta a la calidad asistencial". Esto ocurre, sobre todo, por las diferencias arquitectónicas entre un inmueble y otro. Al ser mayor el nuevo hospital, "no se puede trabajar de la misma manera", apuntaba ayer José Antonio González, de Cemsatse, uno de los sindicatos convocantes de la concentración de ayer junto a UGT, CC OO, USAE, CSIF, y Sicepa/Usipa.

La junta de personal puso esta demanda en conocimiento de la gerencia del área sanitaria VII hace meses. La única respuesta que obtuvieron es que "estudiarían" la propuesta, "pero no acaban de responder", señaló González. Lo mismo aseguraba Rosa Eimil de CC OO, apuntando que "la única respuesta que obtuvimos es que las contrataciones sólo las puede aprobar el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) y que están a la espera".

La petición de personal afecta a la mayor parte de las categorías profesionales que trabajan en el hospital de Mieres, como enfermeros, auxiliares, técnicos, celadores y personal de mantenimiento. "Al pasar de un hospital a otro, los trabajos cambian, hay más distancia entre los servicios y la actual plantilla se queda muy corta para hacer frente a la labor", resaltó Eimil. Asimismo, la necesidad de refuerzo afecta a servicios diurnos, nocturnos y de fin de semana. En el caso de los enfermeros, solicitan que se incremente el personal en cuatro personas para ampliar la cobertura nocturna en las plantas. "Ahora mismo hay un enfermero y un auxiliar por planta y, al menos, debería haber dos enfermeros", explica José Antonio González, quien destacó que "cada planta tiene unos 1.000 metros cuadrados con 28 pacientes y cuatro puertas de entrada y salida; los pacientes por planta son los mismos que en Murias, pero se hace mucho más difícil el trabajo".

No es la primera vez que la plantilla del hospital Álvarez Buylla sale a calle para protestar y, como aseguran, "no será la última, al menos hasta que nos hagan caso, porque todo esto afecta a la calidad asistencial, aunque la seguimos cumpliendo a costa del esfuerzo de los trabajadores", recalcó José Antonio González. Meses atrás, el personal sanitario había protestado por otras cuestiones, como la puesta en marcha del servicio de hemodiálisis en el hospital mierense al temer su privatización. Finalmente, el Sespa recapacitó y se decidió a poner en marcha la nueva unidad de Mieres con personal propio, realizando nuevas contrataciones.