La asociación de pescadores "El Maravayu", en Aller, ha denunciado la muerte de decenas de truchas en el río Aller como consecuencia de las obras de reconstrucción de una escollera de sustentación en la carretera AS-253, que une Corigos con el puerto de San Isidro.
Los pescadores esperaban que las obras, que cuentan con todos los permisos, arrancasen el próximo día 15, cuando se termina la temporada de pesca. Sin embargo, las máquinas entraron antes de lo esperado, dejando casi impracticable el coto de pesca. De hecho, según explicó ayer el presidente de "El Maravayu", José Luis Augusto, "tan sólo tenemos un kilómetro de río para pescar, porque el resto tiene el agua sucia de las obras y se hace imposible sacar peces".
No es la primera vez que se da esta situación. Augusto apuntó que "ya hemos tenido que aguantar durante cuatro años las obras del Corredor del Aller, así como otros trabajos, y no se tiene en cuenta que el coto de pesca de Aller es de los más demandados, con una docena de pescadores al día". Además, la pronta entrada de las máquinas echó por tierra la posibilidad de salvar algunos peces con pesca eléctrica, una medida que hubiera servido para recoger los peces y trasladarlos a otro lugar libre de las obras. "El Maravayu" aporta una media de cuatrocientos mil alevines de trucha a los ríos y arroyos de Aller, así como a los de los concejos limítrofes, una acción que nace de su colaboración con la Consejería de Medio Ambiente.
