Los ciclistas exigen mejoras en la carretera nacional entre Mieres y Oviedo

Los deportistas aseguran que se trata de una vía muy utilizada porque da acceso a L'Angliru desde el centro de Asturias

Un camión circulando, ayer, por uno de los túneles de la nacional entre Mieres y Oviedo. FERNANDO GEIJO

Los ciclistas asturianos consideran que la falta de iluminación y la estrechez en los túneles de la antigua carretera de Mieres a Oviedo (N-630), a la altura de Morcín, es "extremadamente peligrosa". Los deportistas exigen al Ministerio de Fomento que acometa una mejora en la señalización y la iluminación de los túneles "antes de que haya que lamentar una desgracia". Recuerdan que la carretera es muy frecuentada por cicloturistas porque es el principal acceso, tanto desde la capital asturiana como desde Mieres, para llegar a Riosa. En este municipio se encuentra el alto de L'Angliru, parada obligatoria para los amantes de las rutas en bicicleta.

La obra de mejora en los túneles de Morcín estuvo planificada y se anunció a bombo y platillo en 2011. El entonces delegado de Gobierno, Antonio Trevín, aseguró en una visita a Riosa que la obra comenzaría "con la mayor brevedad posible". "Es una reclamación que nos han hecho varios clubs ciclistas de la región y queremos atenderla", destacó Trevín. La actuación incluía una mayor iluminación e indicaciones para alertar a los conductores de la posible presencia de turistas. Era la época de mayor popularidad de L'Angliru, había sido varias veces final de etapa de la Vuelta a España y acababa de hermanarse con el alto italiano del Mortirolo.

Los planes se quedaron en el papel. El alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, recibió a finales del pasado mandato una respuesta del Ministerio de Fomento nada alentadora: "Me informaron de que no contaban con fondos para acometer la obra, a pesar de que habían adquirido un compromiso previo", afirmó el regidor. El máximo dirigente local reiteró su petición y recordó los planes que se habían anunciado para la carretera. Aún no ha recibido réplica.

La reclamación la hacen ahora los cicloturistas y de una forma muy clara. El presidente de la asociación "Asturies con Bici", David Ripoll, aseguró ayer que "es una zona muy peligrosa para los que se mueven en bicicleta". A la falta de luces y señales se suma, según el responsable de la entidad, "que el arcén está cerrado con los quitamiedos". "Esto hace que el trayecto sea muy complicado, ya que no hay forma de apartarse si te ves sorprendido por un coche en el interior", añadió.

La Federación Asturiana de Ciclismo comparte la opinión de los cicloturistas. Su presidente, José Luis Junquera, confiesa que hace unos años sufrió un accidente en esta misma zona: "El cambio de luz del exterior al interior es muy drástico y es fácil caer, porque en el momento en el que entras no puedes ver nada", señaló el portavoz de los deportistas. Junquera afirmó, no obstante, que "los ciclistas estamos obligados a llevar luces y vestir un chaleco reflectante para que los conductores nos vean". "Es una norma que debería cumplirse en todos los casos, aunque no es así", añadió.

El caso de los túneles de Morcín es "sangrante", según los deportistas, pero la situación en el resto de las carreteras asturianas no es mucho mejor. Según Junquera, "es necesario que se limpie bien la maleza de las cunetas para mejorar la visibilidad". "Es una reclamación que llevamos haciendo todo el verano y en la que seguiremos insistiendo, aunque somos conscientes de que los medios que hay son limitados", destacó.

La falta de recursos no puede ser, según el portavoz de "Asturies con Bici", una excusa para mermar la seguridad de los cicloturistas. Ripoll señaló que "somos los más frágiles y los que menos atención recibimos". Resulta llamativo, según el ciclista, "que la región apueste por promocionar el turismo sobre dos ruedas mientras que no se hace nada por mejorar su seguridad".

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