El Ministerio del Interior ha dejado en suspenso la reorganización de las demarcaciones que establecen los marcos de actuación de las fuerzas de seguridad del Estado en el concejo de Mieres. La anunciada medida de poner las tareas de seguridad ciudadana en Nuevo Santullano en manos de la Policía Nacional no se llevará a efecto. Al menos ya no está en la agenda de la Delegación del Gobierno. El principal foco de delincuencia del municipio seguirá, por tanto, bajo el control de la Guardia Civil, como hasta ahora.
La Jefatura superior de la Policía Nacional en Asturias anunció en 2010 un plan para potenciar la operatividad de la Comisaría de Mieres. La planificación contemplaba aumentar la plantilla y favorecer un proceso de rejuvenecimiento del personal. Si bien se han dado pasos en esa dirección, ya que la edad media de los agentes destinados en Mieres se ha reducido de una manera notable en los últimos años, la reorganización jurisdiccional se ha quedado en el tintero.
Según las fuentes consultadas por este diario, en estos momentos no se contempla aumentar el campo de actuación de la Policía Nacional, que incluye todo el casco urbano y el polígono de Vega de Arriba, justo hasta el inicio del barrio de Nuevo Santullano. En estos momentos, el citado núcleo es el principal punto "negro" dentro del concejo en materia de seguridad ciudadana, con graves problemas de convivencia y tráfico de drogas, según han reconocido en varias ocasiones los responsables policiales.
La problemática que registra Nuevo Santullano en lo que a seguridad ciudadana se refiere viene de lejos. La Delegación del Gobierno trasladó en 2009 al Ministerio del Interior una petición de la asociación de vecinos que proponía que la Comisaría de Policía Nacional ampliara sus actuaciones a la zona sur del casco urbano de Mieres. Esta solicitud fue planteada en una Junta de Seguridad celebrada en el Ayuntamiento y con ella los vecinos reclamaban una mejora de la cobertura que recibe este núcleo de población, donde residen actualmente cerca de un millar de personas. Interior aceptó estudiar la propuesta y pocos meses después los jefes de la Comisaría anunciaron que la propuesta ya estaba en tramitación. No obstante, la medida quedó aplazada ya que el Ministerio asumió que con la plantilla que había en 2010, integrada por poco más de medio centenar de efectivos, era inviable aumentar la cobertura que ofrece el servicio. Así, Interior analizó los costes económicos y logísticos que supondría reforzar la Comisaría mierense con más unidades. Se desarrolló un plan que ha quedado en el tintero.
La zona sur de Mieres ha atravesado en los últimos un periodo de intensa transformación. La apertura del centro comercial Caudalia, del nuevo recinto ferial polivalente y de un geriátrico público alteraron notablemente la fisonomía de un barrio construido hace ya casi tres lustros. Además, hace un año se inauguró el nuevo hospital comarcal. Pese a su total integración como espacio urbano, la Guardia Civil sigue siendo la encargada de garantizar la seguridad.
