El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, durante su reciente visita a Mieres para supervisar las obras de demolición del viejo cuartel de la Guardia Civil, dejó una felicitación pública para la dotación local del instituto armado. El responsable destacó el bajo índice que ofrece la tasa de criminalidad del concejo, con 20,9 infracciones penales al año por cada mil habitantes. Este balance está cinco puntos por debajo de la media regional (25,5) y reduce a la mitad el índice nacional (43,8).

La estadística recoge también un "alto" nivel de eficacia. El equipo operativo que la Guardia Civil coordina desde Mieres realizó durante 2015 un amplio número de actuaciones destacadas. En el campo de la lucha contra el tráfico de drogas, los agentes locales participaron de una manera muy activa en el desarrollo de la operación "Mortero-Pipe", con 41 detenidos y dos kilos de heroína incautados, lo que supuso el mayor golpe que dio en 2015 la Guardia Civil en Asturias a este tipo de tráfico. Fueron desmantelados once puntos de venta. El principal de ellos tenía como tapadera un negocio de compraventa de vehículos en Morcín. El efecto de esta operación fue tal que los mandos de la Guardia Civil aseguraron que la región quedó "desabastecida" de heroína. Además de la droga (dos kilos de heroína, diez de hachís, 50 gramos de marihuana y otros 50 de cocaína, valorados en unos 200.000 euros), los agentes se incautaron de 110.000 euros en efectivo, siete vehículos, 35 teléfonos móviles, dos pistolas de aire comprimido y dos ordenadores. La red distribuía cocaína y heroína en las localidades de Pola de Lena, Mieres y Oviedo.

La Guardia Civil de Mieres también tuvo un participación decisiva en la operación "Petra", coordinada desde Oviedo, junto con unidades de Pontevedra y la Unidad Central Operativa (UCO). Semanas de investigación desembocaron con una actuación en la localidad mierenses de Carraspientes, con la incautación de 7,4 kilos de cocaína. El líder de la red asturiana y su lugarteniente, los dos mierenses, iban a pagar 253.000 euros por la droga, cantidad que se halló enterrada en un bosque tras una búsqueda de varias horas. Los traficantes hubiesen multiplicado por cuatro esa cantidad, es decir, habrían obtenido un millón de euros, una vez adulterada la droga. En otra intervención rutinaria se intervinieron 200 gramos de heroína en la autovía del Huerna.

Además de las actuaciones encaminadas a desmantelar el narcotráfico, la Guardia Civil también desarrollo en la comarca durante el pasado año dos importantes operaciones contra los robos viviendas. A principios del verano los agentes detuvieron al autor de robos en dieciocho apartamentos y dos clubes de esquí en la estación lenense de Valgrande. El hombre, de nacionalidad portuguesa, sustrajo vienes y causó daños por valor de 20.000 euros. Del mismo modo, también se detuvo al autor de más de treinta robos en un bloque de viviendas en Cabañaquinta. El asaltante entró en un bloque de pisos aún sin entregar a sus propietarios, y sustrajo valioso mobiliario, sobre todo electrodomésticos. En julio un mierense fue también detenido tras realizar varios robos en viviendas y establecimientos del concejo. Entre el material recuperado se encontraban, entre otras cosas, bicicletas, reproductores de vídeo, consolas e instrumentos musicales.

Robo de cobre

Especialmente intensas fueron las actuaciones contra las bandas dedicadas al robo de cobre. Una práctica delictiva en auge desde el inicio de la crisis económica. La más significativa permitió detener a cuatro personas -tres hombres y una mujer, todos de nacionalidad española-, responsables de varios asaltos en la obra de la variante ferroviaria de Pajares. La operación desmanteló a un grupo organizado que había sustraído cobre por valor de 427.000 euros. La Guardia Civil montó un operativo especial de servicio y vigilancia en el que participaron agentes del grupo de investigación de la compañía de Mieres con base en Pola de Lena. Las investigaciones y gestiones realizadas desde principios del pasado año se prolongaron durante varias semanas. Los arrestados fueron acusados de ocho delitos de robo con fuerza en las cosas, otros dos de hurto y uno más de daños. Todos cometidos en la vertiente lenense de la obra de la Variante. Los cuatros detenidos se hicieron con treinta kilómetros, la distancia que separa Oviedo de Gijón, de cable de cobre en las los almacenes y túneles de la obra en Lena. Semanas después, también se detuvo a otros dos hombres tras robos en la estación eléctrica de Santa Cruz. En este caso, el botín había ascendido a 40.000 euros.