Las medidas que va a abordar el Ayuntamiento de Mieres para estimular las obras de mejora estética de los edificios y solares del concejo, mediante la supresión de tasas e impuestos de obra, ha tenido buena acogida a nivel social y empresarial. Tanto la Coordinadora Vecinal de Mieres como la Unión de Comerciantes del Caudal, las dos organizaciones más representativas del movimiento asociativo local, apoyan el plan. Ahora bien, subrayan que esta medida "no es suficiente" para "lograr hacer más atractiva la ciudad" a nivel residencial.

La presidenta de la Unión de Comerciantes, Loli Olavarrieta, destacó ayer que la exención de tasas "puede contribuir a que la gente se anime y aborde obras en los inmuebles". Desde su experiencia, considera que también los comerciantes se pueden sumar a esta iniciativa: "Hay muchos profesionales que no abordan mejoras estéticas en el exterior de las tiendas debido a los costes y ahora pueden tener una oportunidad". Olavarrieta sostiene que mejorar la imagen de la ciudad debería ser "una prioridad".

El movimiento vecinal también respalda la iniciativa municipal, es más, la propia Coordinadora Vecinal de Mieres propuso a principios de año al gobierno local que adoptase una medida de estas características: " Todo lo que contribuya a facilitar actuaciones que beneficien a la comunidad es bueno para Mieres", remarcó Arsenio Díaz Marentes, presidente de la citada plataforma. Ahora bien, los portavoces vecinales no perciben que esta medida se enmarque dentro de un plan más amplio que tenga como objetivo dar respuestas a la necesidades urbanas del concejo: "Este Gobierno nos tiene descolocados, ya que parece que está permanente instalado en la ambigüedad".

La Coordinadora vecinal, que engloba a más de 70 asociaciones del municipio, reclama un plan de choque ambicioso que recoja todas las carencias, sobre todo las de los barrios fundacionales, como Requejo o La Villa. "La ciudad necesita una reestructuración y más medidas que incrementen su atractivo", indicó Díaz Marentes.