Aunque nacieron en Bañugues (Gozón), los hermanos Helio siempre presumieron de ser candasinos. En la villa fue donde Juan José Heliodoro Fernández empezó a hacer los primeros helados. Tras la Guerra Civil, en 1944, abrió un negocio, en el que llegaron a trabajar todos sus hermanos. En la imagen, Isabel Fernández, la única que queda viva.