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Los kiwis, mejor en una pérgola

Peñaullán incorpora un sistema de producción importado de Nueva Zelanda para que las plantas no cuelguen hacia el suelo y así reciban más horas de luz

Javier Penouta tensa los alambres donde colgarán las plantas en el nuevo sistema productivo. S. ARIAS

En los años ochenta del pasado siglo varios pravianos importaron los kiwis de Nueva Zelanda creando un nuevo sistema de desarrollo socioeconómico para la comarca; ahora, nuevas tecnologías de plantación y manejo llegan a Pravia procedente de las antípodas. La nueva plantación que la distribuidora Feito y Toyosa está creando en la vega de Peñaullán incluye, entre otras mejoras, un sistema de pérgola que se caracteriza porque las ramas de la planta no cuelgan hacia el suelo, se estabilizan con alambres a modo de parra, consiguiendo que reciban más horas de luz y que los frutos consigan un mayor tamaño, ya que la savia de la planta fluye hacia arriba.

"El nuevo sistema aumenta la producción de kilos por hectárea y mejora los costes productivos, haciéndonos más competitivos al final", explica Javier Feito. La nueva plantación de kiwis de la vega de Peñaullán alcanzará las cuarenta hectáreas, aunque por el momento pondrán en funcionamiento ocho. Un proyecto para el que han realizado una importante inversión I+D+i con el apoyo y asesoramiento de técnicos de los principales productores mundiales como Nueva Zelanda, Chile, Francia o Italia y que han adaptado a las condiciones geológicas y climáticas del bajo Nalón.

Además, la nueva organización del entramado de postes de hormigón y alambre permitirá aprovechar al milímetro las calles de la plantación, que "también facilitan la aireación del huerto y su manejo", detalla Feito. El único problema es que la poda es más compleja y tecnificada, aunque la recogida es mucho más cómoda para los trabajadores.

Otras de las medidas que desarrollarán en las cuarenta hectáreas que pondrán en producción será el uso de abonos orgánicos y no químicos que llegarán a las plantas a través del sistema de regadío de la plantación. Asimismo, el sistema de pérgola también conlleva que los postes estén clavados más profundos en la tierra, "dando una robustez a la plantación que haga minimizar los daños estructurales con las avenidas del río".

Estas novedades consiguen un kiwi con mayor consistencia y vida útil y, por lo tanto, mayor resistencia durante la conservación tras la cosecha. Por otro lado, la nueva plantación de Peñaullán también introducirá nidos de aves de ribera, que estarán totalmente integrados en la finca. Todo en aras de dar mayor productividad al cultivo, más kilos en menos espacio, así como conseguir frutos de mejor calibre.

"Con este sistema agronómico intentamos adaptar la agricultura a las nuevas exigencias legales, pero, sobre todo, a las nuevas exigencias de mercados y consumidores con el fin de buscar una mayor resistencia de las plantas a plagas, el alargamiento de la vida útil y productiva de las mismas, siempre premiando el sabor y la calidad sobre la cantidad", asegura Feito. Los cultivos de kiwis siguen creciendo en el bajo Nalón y, ahora, al ritmo de la última tecnología agraria.

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