El traslado de la estatua de "La Muyerina" y el bando municipal para los paseos de los perros generaron amplia polémica en Grado este año y a punto estuvieron de dividir el pueblo. Tuvo que llegar la primera Flor para poner paz y unir a los moscones. Ayer no hubo ningún vecino encuestado por LA NUEVA ESPAÑA que no estuviese a favor de que el Ayuntamiento solicite al Principado de Asturias la declaración de fiesta de interés turístico regional para la Flor. Todos están a una con su fiesta primaveral. Una defensa que argumentan en la antigüedad del festejo y en su conexión con los productos tradicionales. Además, todos opinan que la distinción será beneficiosa para la economía de la villa.
Del largo arraigo de la primera Flor, cuyos documentos históricos más antiguos pertencen al siglo XVIII, se acordaba ayer Amparo Moutas. "Siempre hubo un mercao tremendo, se bajaba a vender todo de casa; me acuerdo de mi padre con los gochinos en un cesto porque había feria de gochos y de burros, y también se vendían muchas garabatas, pero es que la Flor es algo ya de generaciones", comentó. En su opinión, la antigüedad de la Flor le da argumentos más que suficientes a Grado para conseguir la declaración de interés regional.
En este sentido, muchos destacaron el buen mercado y las ferias que tenía, y que, desde la década de los ochenta del siglo XX, empezó a decaer, aunque en los últimos años Grado se ha volcado en recuperar y potenciar su mercado. Quienes mejor rememoran aquellos años de flor en flor son los mayores del concejo, como Amado Suárez. "Lo que aquí había cuando la Flor era terrible, aunque poco a poco fue muriendo todo. Creo que si nos dan la fiesta de interés turístico regional servirá para que no se venga abajo; bien lo merece la fiesta, así que hay que trabajar por ello y pedirlo", sostiene.
También Silvino González apoya la reivindicación: "Es cierto que la Flor ya no es como antes, pero han hecho cosas como poner el certamen de la faba asturiana y la subasta de los gochos asturceltas que la hacen muy bonita. Además, aporta mucha vida al pueblo", estima. Un ambiente que ronda entre los 6.000 y 7.000 visitantes cada año, que aportan beneficios a la hostelería y al comercio locales, en el que los negocios destacan que es el mejor domingo de ventas del año.
El acicate económico es para Eva Lanvin uno de los puntos a destacar: "Atrae a mucha gente y eso deja dinero en Grado, que, prácticamente, vive del sector servicios. Además, la fiesta cumple con todos los requisitos para que nos otorguen la declaración de fiesta de interés, es un hecho que aquí el día de la Flor viene gente de toda Asturias y también de fuera".
Para los moscones la primera Flor cumple todas las exigencias para entrar en la lista de fiestas de interés turístico regional. Sin embargo, el Principado ha denegado la petición municipal en dos ocasiones, en 2010 y en 2014. Un asunto que enerva a los vecinos, quienes se han encargado de conocer cuáles son las fiestas que sí están amparadas bajo la distinción. Gloria Fernández lo tiene claro: "¿por qué en unos sitios sí lo dan y a otros no? Eso no lo veo muy bien porque la Flor tiene importancia igual o más que otras, creo que es el momento de solicitarlo", comenta.
Los moscones creen que si el Principado accede a las pretensiones municipales, además de generar beneficios económicos en la villa, sería una gran promoción para el concejo a lo largo del año. "Contar con el título de fiesta de interés turístico tendrá su tirón, eso va a servir para que Grado se promocione en el circuito de estos festejos y siempre vamos a salir ganando", indica Ramón Fernández.
Una tesis que también respalda Amable Cadrecha: "Cuanta más amplitud y conocimiento se dé del pueblo, más dejará en la villa. Estaría bien que lo hiciesen porque es una fiesta muy buena que así se podría dar a conocer más y con ello se evitaría que vaya a menos; eso sí, yo creo que para que la cosa vaya redonda y no nos digan que no, habría que incluir la feria ganadera que tanta fama le dio a Grao". Una feria de burros y cerdos en la que también se fijaba el precio de los jamones. De hecho, en anteriores ediciones se propuso organizar una feria con gochos asturceltas, ovejas xaldas, pitas pintas asturianas, etcétera, si bien no encajó en los planes municipales.
Para otros, como Sofía García, la declaración bastará para tenerla y presumir de ella. "Es algo que hay que hacer, aunque luego no nos vaya a tocar nada, la Flor siempre fue una fiesta muy buena, muy antigua y muy visitada".
Pese a las negativas previas del Principado, los moscones creen que es la hora de intentarlo de nuevo. Y ya se sabe: a la tercera va la vencida.
