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Soto de Llanera, pionera en afrontar el "apagón" analógico de las telecomunicaciones

Las conexiones de la localidad pasarán a depender de la cabecera de fibra óptica de Lugones a partir de marzo de 2017

Soto de Llanera, pionera en afrontar el "apagón" analógico de las telecomunicaciones

El futuro de las telecomunicaciones ya está presente en Llanera. Y es que el concejo será el primero de Asturias en el que la empresa Telefónica conseguirá cerrar una de sus estaciones de servicio analógicas para dar paso a la fibra óptica. Este "apagón" está previsto para el mes de marzo del próximo año, momento en el que los 380 clientes que tiene la compañía en Soto de Llanera habrán migrado sus servicios a la "nueva era" digital, y pasarán a depender de la cabecera que la corporación tiene en Lugones, que será, en el futuro, la misma de la que dependerán todas las conexiones del municipio.

"Ésta será la primera central de Asturias, y también una de las pocas de España en la que consigamos dar por concluida la transición a la fibra óptica. Está previsto que esto también suceda en el resto de sedes, pero aún no tenemos fechas concretas", explicó Paula Beirán, directora de la compañía en la región, sobre el paso que afrontarán en Llanera.

La elección del concejo para llevar a cabo esta acción pionera no es casual. "Llanera fue el primer municipio de Asturias donde comenzamos a desplegar la fibra óptica, concretamente en el polígono de Asipo, y por ello llevamos un ritmo de implantación superior que nos permite dar este paso", aseguró Beirán.

Para los usuarios, los beneficios de la nueva tecnología revierten en una mayor velocidad y calidad en las conexiones; así como seguridad ante interferencias o posibles caídas del servicio. Pero también ganará la compañía, que podrá deshacerse de un importante volumen de cables de cobre, así como prescindir de algunas de sus estaciones. "Desde una cabecera de fibra óptica podemos dar servicio a más de 20 kilómetros a la redonda de clientes, mientras que con el metal esta distancia no pasaba de tres kilómetros. Además, para una conexión analógica doméstica eran necesarios dos cables como mínimo y ahora damos servicio a 64 por cada fibra", aseguró Beirán. "Nos ahorraremos espacio, al poder cerrar algunas de nuestras bases, y también robos. La fibra óptica no tiene valor en el mercado, por lo que no sufriremos continuos hurtos, como pasaba con el cobre", agregó.

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