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Grado tala dos cedros del parque Manuel Pedregal que el viento amenazaba con tirar

"Los técnicos estimaron que había que cortarlos porque eran un peligro", afirma el Alcalde, que avanza que se sustituirán

La base de uno de los cedros, con dos motosierras sobre ella y, a la izquierda, el tronco del árbol talado. S. ARIAS

El parque Manuel Pedregal de Grado tiene dos árboles menos. El intenso aire que azotó la madrugada del martes afectó a los troncos de dos cedros, que cedieron y amenazaban con caer, por lo que el Ayuntamiento decidió talarlos. Una operación que estaba prevista por el servicio de Parques y Jardines y que se adelantó por el empeoramiento del tiempo. "Los técnicos estimaron que había que cortarlos por su peligrosidad, ya que amenazaban con caer y afectar a la carretera y a alguna vivienda", explicó ayer el Alcalde, José Luis Trabanco (IU).

Los árboles talados son dos cedros ubicados en la esquina de la calle Maestra Benicia, y cuya antigüedad supera los cincuenta años. En concreto, uno de ellos cuenta con 78 años y ronda los cuarenta metros de largo. La problemática fue advertida por el servicio de Parques y Jardines que alertó al equipo de gobierno de su peligrosidad, tal y como indicó Trabanco.

La idea del Ayuntamiento es plantar dos nuevos árboles en sustitución de los cedros. "Lógicamente, hay que ver las posibilidades de plantar un árbol acorde al sitio y que no suponga un problema en el futuro", añade el regidor. La tala de árboles también se produjo con anterioridad en el colegio público Bernardo Gurdiel, donde dos álamos de dimensiones considerables generaban averías de agua porque las raíces rompían las tuberías. Los árboles fueron retirados, junto a varios fresnos y álamos que había junto al muro del centro y que amenazaba a un inmueble cercano. La retirada de los árboles del parque y el centro escolar fue realizada por una empresa local con un presupuesto de alrededor de 5.000 euros.

La tala de los dos cedros del parque sorprendió ayer a los moscones; de hecho, muchos se interesaron por los trabajos de los operarios. También llamó la atención entre los vecinos de la zona, como Manolo Tarralva, quien aseguró que no llega a comprender el motivo de la tala de los dos cedros. "Estoy viéndolo desde la terraza y en mi opinión no presentaban ningún tipo de peligrosidad, eran unos árboles sanos y centenarios", comenta. Además, añade que, en su opinión, los cedros no amenazaban ninguna edificación, "en todo caso la casa de Don Valentín Andrés Álvarez, pero no lo creo".

Por su parte, la asociación "Nuestros Árboles", de filosofía conservacionista, lamenta la medida aunque su presidente, Rafael Ordiales, precisa que "si hay un informe técnico y está justificado no podemos ir en contra, pero si es una tala gratuita sería para lamentar". Además, considera que el Ayuntamiento debería plantar nuevos árboles en el lugar de los cedros. Unos árboles que "se dan muy bien en el parque", abunda.

Los dos cedros ya no darán sombra en la romería de Santa Ana, pero los moscones esperan por nuevas plantaciones.

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