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Panero negocia varios contratos para generar cien empleos en el Matadero Central

"Si todo sale bien tendremos el doble de actividad que en la época dorada", asegura el empresario sierense

Luis Alberto Sánchez Panero, ayer, en las instalaciones del Matadero Central. L. BLANCO

El empresario Luis Alberto Sánchez Panero, del grupo Panero, anunció ayer que su empresa se encuentra negociando unos contratos que, en caso de concretarse, podrían generar un centenar de puestos de trabajos en las instalaciones del Matadero Central. Todo ello al mismo tiempo que la compañía trabaja contrarreloj para retomar la actividad del macelo, una vez que a mediados de enero el grupo ya trasladó a las instalaciones del polígono de La Barreda su planta logística.

El primer paso será poner en marcha la actividad de sacrificio de ganado vacuno. Un proyecto que está pendiente de la visita de los inspectores de Sanidad la próxima semana, con el objetivo de evaluar los últimos remates para que las instalaciones estén aptas para retomar una actividad cuya puesta en marcha contará con un mínimo de 15 empleo. La visita permitirá poner un plazo definitivo para recuperar una actividad que cesó en julio de 2014, dejando en la estacada a muchos ganaderos y cárnicos asturianos que desde entonces tienen que buscar estos servicios fuera de Asturias.

No obstante, Sánchez reconoce que las previsiones son a la baja, aunque los contactos establecidos con gente del sector ganadero le llevan a ser optimista. "Las previsiones nos dicen que tendremos que tener una bolsa de trabajadores en espera ante la posibilidad de que la demanda se dispare a la segunda semana", confiesa el empresario, que no descarta que apenas ocho días después de la apertura haya que hacer más contrataciones.

De todos modos, admite que lo que más le ilusiona ahora son estas negociaciones que, según señala, en caso de fructificar supondrían un gran impulso. "Se generarían unos 100 trabajos y el matadero contaría con más del doble de actividad que en sus años dorados", anuncia mientras muestra con orgullo las instalaciones adquiridas tras un largo proceso judicial de adjudicación.

Unas negociaciones sobre las que prefiere no dar detalles para no torpedear su avance, pero todo apunta a que van orientadas a aumentar la oferta de servicios por parte de unas instalaciones que cuentan con un equipamiento envidiable para la puesta en marcha de un macelo de tamaño industrial, cuyo cierre supuso un duro golpe al concejo. "Demanda hay, y lo que falta es tener las herramientas para ofrecer los servicios", apunta el emprendedor sierense.

Estos planes supondrían un gran impulso para la industria y la economía local de un concejo que ya vive con satisfacción el trajín de camiones y personas que se aprecia en el complejo industrial desde la llegada del grupo Panero, reforzado por la reapertura de la cafetería y la llegada de empresarios y particulares interesados en las muchas nuevas ofertas que plantea la empresa propietaria del matadero para el sector cárnico y del transporte.

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