La menor ovetense de 15 años que acusó a un conocido de la familia de abusar sexualmente de ella le identificó ayer en la Audiencia Provincial de Oviedo, donde explicó cómo se habían producido las presuntas agresiones en el coche del procesado, que la había llevado al aparcamiento del HUCA. El juicio, que se celebró a puerta cerrada, se pospuso hasta el 8 de mayo por la baja de un médico forense, que tendrá que ratificar el informe realizado cuando se produjeron los hechos.

El acusado testificó respondiendo a todas las preguntas que se le plantearon, aunque su abogada prefirió que no trascendieran los términos de dicha declaración.

Tras él fueron interrogadas la menor y su madre, que según su abogada, Carlota González del Río, “lo hicieron sin contradicciones y en los mismos términos que cuando se interpuso la demanda”. Las testificales de los peritos también coincidieron en que ambos discursos “fueron coherentes”.

El relato comienza en 2015. La joven acompañaba habitualmente a su madre a un templo de Oviedo, donde entablaron amistad con la esposa del ahora procesado y con la suegra de éste. Fue en noviembre de ese mismo año cuando la menor y el hombre se conocieron, coincidiendo en varios oficios religiosos. Él acabó pidiéndole el número de teléfono y empezaron a mantener contacto por esa vía.

En diciembre, la joven telefoneó a la esposa del acusado para pedirle que la fuera a recoger en coche a las inmediaciones de la estación de autobuses de Oviedo porque volvía de una excursión escolar y su madre no podía ir. En vez de ir la mujer acudió su marido, y la chica se subió en el asiento del copiloto.

El hombre inició la marcha, pero en lugar de dirigirse al domicilio de la menor, la llevó al aparcamiento del HUCA, donde le pidió que pasara al asiento trasero para “hablar tranquilamente”. La joven, confiada, accedió, y fue entonces cuando se habría producido el abuso. Ella consiguió separarlo empujándolo y le pidió que la llevara a casa. En esa ocasión ella no contó lo sucedido.

Días después, el procesado la esperó a la salida del centro donde la menor estudia y le dijo que la iba a llevar a casa, pero una vez más la habría conducido al aparcamiento del HUCA en contra de su voluntad. Según la acusación, la hizo pasar al asiento posterior y abusó de nuevo de ella pese a que ella le pedía que parara, que le hacía daño.

La Fiscalía acusa al procesado de un delito continuado de abuso sexual y solicita 11 años de prisión y la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de los lugares que frecuente la adolescente.