"Hasta en las islas Canarias promocionan Asturias con imágenes de Somao". Emma Pire lo tiene claro: su pueblo es el más bonito de la región y por eso no le extraña nada que el Ayuntamiento haya ampliado la visita del bus turístico en la localidad, a petición de los visitantes. Patrimonio histórico ligado a la emigración indiana, paisajes entre el mar y la montaña con buenas vistas de la desembocadura del Nalón, y buena gente son las claves, según los vecinos, de que sea la parada preferida de los visitantes que llegan a Pravia. LA NUEVA ESPAÑA realizó un recorrido de la mano de los vecinos de Somao para conocer sus mejores rincones.
Y es que Somao tiene un patrimonio indiano espectacular, que José Leiva cree que es el atractivo principal del pueblo. Las dieciséis construcciones de este estilo, de finales del siglo XIX y principios del XX, están cuidadas al detalle y destacan por su belleza y su majestuosidad. "La más antigua es El Nocedo, de 1875, y la más moderna, La Torre, de 1912", explica Paloma Uría, quien no duda en destacar que uno de los atractivos del pueblo es que han sabido conjugar la vida rural con la modernidad e, incluso, con el turismo.
Las casonas de indianos se construyeron todas en la misma época "por familias relacionadas que iban llevándose unos a otros; en poco espacio de tiempo las construyeron todas", precisa Uría. Una fiebre inmobiliaria que ha dejado en Somao una ruta de casonas indianas que se puede recorrer a pie y en poco tiempo. Además, cada casona cuenta con paneles explicativos sobre su historia, que ayudan al turista a comprender un tiempo y una sociedad que ayudó a los suyos.
Y los vecinos de Somao se muestran, a día de hoy, muy agradecidos por la labor que realizaron sus vecinos emigrados a Cuba, quienes dotaron al pueblo de unas escuelas y de iglesia, y también iniciaron la traída de agua. "Pero no son sólo los que hicieron fortuna; muchos volvieron sin nada y otros se quedaron allí, y todos son parte de este patrimonio", comenta Pablo Martínez.
Unas escuelas en las que estudiaron todos los vecinos y que, a día de hoy, siguen en activo. De hecho, los espacios infrautilizados se han destinado para la parroquia rural y la comisión de fiestas. "También había cine y eso, para un pueblo como Somao, era mucho. La educación que recibimos fue muy buena para aquel tiempo y llegó a haber noventa críos en las escuelas, con su ropero y todo", recuerda María Ángeles Pando. Además, la zona de las escuelas cuenta con una amplia zona verde y columpios para los niños, lo que la convierte en irresistible para muchos turistas que pasan por el pueblo. "Aquí se pueden quedar los niños tranquilamente y es un espacio precioso para jugar", añade Pire.
Pero no sólo la Casona de El Nocedo o La Torre llaman la atención del visitante; también la casona Villa Radis y la casona de Basilisa, "con galerías y una cúpula de cristal", precisa Belarmina García. La casona Busto es otra de las más admiradas por los turistas.
Pero no sólo patrimonio histórico es lo que tiene Somao para ser la joya turística del concejo. Las vistas que ofrece la localidad sobre el mar Cantábrico y la desembocadura del Nalón son un atractivo para los visitantes, quienes no dudan en hacerse fotografías con la costa al fondo. "Y en los miradores también hay mucha gente y, bueno, las sendas que tenemos, yo siempre mando para allá a los turistas que quieren caminar", confiesa Pando.
Los vecinos notan el paso de los turistas durante todo el año, pero, sobre todo, en verano. "Se nota mucho, las casas de aldea están siempre llenas", dice Belarmina García. Y creen que se debe al boca a boca más que a las campañas promocionales: "ya encontré varias personas que vinieron porque se lo dijeron, y otras que repiten; hay unas chicas de Zaragoza que igual llevan quince años viniendo", explica.
Los habitantes de Somao están encantados con ser los preferidos de los turistas en Pravia y aseguran que lo entienden "porque no hay pueblo más guapo", matiza Pire. Es un claro atractivo para los visitantes y los vecinos confían en que así sea, también, para el jurado del premio "Pueblo Ejemplar de Asturias", que concede la Fundación Princesa de Asturias, al que han presentado candidatura. "El pescador tiene que tirar la caña", asegura García, quien, además del patrimonio, destaca la unidad intergeneracional de Somao y toda la actividad social que llevan a cabo, con actividades como el coro y un taller de labores.
En Somao están todos a una y esperan que este verano la localidad se llene de turistas dispuestos a disfrutar de su entorno, en el que viven, por suerte, todos los días del año.
