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El modernismo que ahogó la riada

Grado sólo conserva una columna de la casona Sarasola, desaparecida hace un siglo y la única del arquitecto moscón Fernández-Peña en la villa

Único resto de la casona Sarasola, junto al Cubia Sara Arias

La casona Sarasola, más conocida como "Tumballobos", fue la única construcción que realizó el arquitecto moscón Emilio Fernández-Peña Villa en su concejo natal, Grado. De la mansión apenas queda una columna en pie ya que fue arrasada por el desbordamiento del río Cubia en 1921. "Es su única obra en Grado y fue conocida fuera de Asturias, ya que se publicó en un libro sobre Gaudí del arquitecto Carlos Flores, así como en un artículo de Francisco García Nava en una revista de arquitectura en 1909", explica José Manuel Rodríguez Hevia, historiador y estudioso de la obra de Fernández-Peña, conocido como el arquitecto modernista del Bajo Nalón.

El arquitecto moscón nació en Grado en 1873 y pronto mostró interés por la arquitectura ya que su padre era maestro de obras, aunque también proyectaba y dirigía por sus buenas dotes constructivas. En 1904 se licenció en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid y comenzó a hacer reformas en Oviedo gracias a los contactos de su padre. Su primer proyecto, fue la casona Sarasola.

El chalet fue mandado construir por Valentín Sarasola Miranda, natural de Villanueva y emigrante a Cuba, de donde regresó como indiano tras acaudalar una gran fortuna. Fue en 1905 cuando mandó proyectar el edificio, del que se hizo cargo Fernández-Peña cuando tan sólo llevaba un año como licenciado en Arquitectura. "Es de estilo modernista, en boga en la época, de influencia franco-belga, conocido como 'Modern Style', que fue muy difundido a principios del siglo XX por la Exposición Universal de París y por el cuarto congreso de arquitectura de Madrid, siendo un estilo que se utiliza hasta 1908", detalla Rodríguez Hevia.

En la casona "Tumballobos" vivió la familia hasta la trágica noche del 20 al 21 de septiembre de 1921, noche de la famosa riada de Grado, que anegó la vega del río Cubia y dejó una laguna en algunas de las principales calles de la villa, siendo necesario el uso de embarcaciones para rescatar a los afectados. El puente de La Podada se cegó formando un gran embalse que terminó por reventar el puente del río Martín con un torrente que arrastró troncos y piedras afectando a la margen izquierda, que derrumbó casas y puentes. Alrededor de treinta familias de la zona se quedaron sin vivienda ni pertenencias.

Entre los inmuebles destrozados estaba el chalet de Sarasola, del que sólo queda una columna que ahora forma parte de una de las naves de la empresa "Telegrado". También un hermoso arco que fue hallado por el vecino Emilio Argüelles, a principios del siglo XXI, durante las obras en el Paseo del Río Cubia.

Ese arco, característico del estilo modernista "con líneas onduladas y de látigo", precisa Rodríguez Hevia, se encuentra ubicado junto al puente del río Martín como recuerdo de la riada de 1921, muy conocida en Grado por los catastróficos efectos que produjo y cuyas historias han pasado de generación en generación.

El monumento, apoyado en vigas de hierro, deja un arco que enmarca en el horizonte el lugar donde estaba la casona "Tumballobos". "Es una pena que no haya ninguna construcción suya en su villa natal cuando tiene importantes obras en el Bajo Nalón como las casonas indianas "Villa Radis" en Somao (Pravia) o la rula y la iglesia de San Juan de La Arena, en Soto del Barco", lamenta el estudioso de su obra.

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