Coincidiendo con el 30º aniversario de su fundación, el Centro Asturiano de Madrid ha decidido otorgar su premio Urogallo de Bronce a las Masas Corales a la Polifónica de Llanera, un galardón con el que pretenden reconocer "el trabajo y la lucha de una entidad que lleva con orgullo el nombre del concejo y de Asturias por España". José Antonio Carracedo, presidente de la entidad desde 2012, asegura que este nombramiento es uno de los hitos más importantes en la dilatada y excelsa trayectoria de la formación.
-Vaya arranque ha tenido 2018. Apenas han entrado en el año de su 30º cumpleaños y ya empiezan a llover galardones.
-Para nosotros es un orgullo. Se trata de un reconocimiento a estos 30 años de vida, en los que hemos tenido una actividad muy amplia. Afortunadamente, podemos decir que hemos recibido muchos premios a lo largo de nuestra trayectoria, pero este es el primero que nos otorgan desde fuera de Asturias. Que te lo conceda una entidad como el Centro Asturiano de Madrid, todo un referente a nivel internacional, es para sentirse todavía más orgulloso. Además de a la entidad madrileña, esta distinción hay que agradecérsela a José Antonio Coppen, cronista de Lugones, y a Abel González, primer presidente de la coral, porque fueron quienes presentaron la candidatura.
-No es el primer galardón al que les presentan como candidatos. Uno al que siempre intentan nominarles, y no terminan de otorgarles, es el de Llanerense del Año.
-Es cierto que han presentado nuestra candidatura en numerosas ocasiones, pero hasta la fecha no ha habido suerte. A nosotros nos haría mucha ilusión poder recoger ese premio algún día, porque es el reconocimiento de todo nuestro concejo.
-El 8 de noviembre cumplen 30 años. ¿Van a celebrarlo a lo grande?
-Tenemos previsto realizar diferentes actividades durante este año, aunque todavía no tenemos cerrado el programa definitivo. Nos gustaría hace dos o tres salidas, pudiendo ser una de ellas a Praga. Además, también planeamos grabar un disco. Es algo que intentamos hacer en nuestro 25º aniversario y que, por cuestiones económicas, no pudo ser. A ver si este año se puede.
-Buena parte de la formación actual lleva en el coro desde su fundación y la media de edad sobrepasa los 60 años. ¿No hay cantera?
-Cuesta mucho enganchar a los jóvenes. Lo hemos intentado de todas las maneras que se pueda imaginar y no hay manera. Ahora tenemos una chica de 18 años, que se acaba de incorporar y que ya estuvo con nosotros cuando hicimos el coro del instituto. Estamos a ver si trae un par de amigas a las que también les gusta cantar, y que también estuvieron en el grupo del centro, pero de momento no hay suerte.
-¿No sirve de cantera el coro infantil Pequecantores?
-En los 27 años que lleva el coro infantil en funcionamiento puede que sean menos de cinco los coralistas que han pasado a la polifónica. Cuesta mantenerlos cuando son pequeños, porque hoy en día hay 25.000 actividades para los guajes y parece que los padres, cuando prescinden de una, es siempre la música. Pero es que, además, cuando llegan a ciertas edades se dispersan y no hay manera.
-¿Les aboca esto a la desaparición?
-Totalmente. Si no hay una renovación, esto muere en 10 o 15 años. Y no sólo hablo de la coral polifónica de Llanera, sino de todas las agrupaciones de Asturias o, incluso, del mundo. Por ejemplo, en los últimos dos o tres años nosotros perdimos una decena de miembros.
-Además de celebrar por todo lo alto el 30º aniversario, ¿qué piden para este 2018?
-Que el coro siga en la dinámica actual, que musicalmente hablando podríamos calificar como muy buena. Además, si pudiésemos incorporar gente nueva, que nos diese mayor versatilidad, también sería importante. Pero, en general, que todo el mundo, tanto los que están como los que pasaron por la polifónica, disfruten de este año.
