La recuperación de la bandera azul en la playa de Rodiles, en Villaviciosa, da prestigio a toda la región. Al menos eso defienden los vecinos de Seloriu, que ayer celebraron la recuperación de la distinción, retirada el año pasado por vertidos. Los hosteleros aseguran que carecer de bandera no les restó clientela, pero advierten a las administraciones de la necesidad de llevar a cabo un mantenimiento más exhaustivo de las inmediaciones de la playa, donde echan en falta desbroces y mobiliario como farolas y papeleras. Es el caso de Juan Ramón Coto, del restaurante La Ensenada, que pide a Costas y al Ayuntamiento de Villaviciosa más atención "para una de las joyas de Asturias". No puede ser que a estas alturas esté el entorno sin desbrozar porque ya empieza a venir mucha gente". Su opinión la comparte Álvaro Fernández, de la escuela de surf de Rodiles, que confía en que la bandera azul lleve aparejada una mejora en infraestructuras como la pasarela de madera. "Recuperar esta distinción es un orgullo, pero que venga o no la gente depende más del tiempo que haga o de si hay que pagar por aparcar", dijo.
A la hostelera M.ª Alicia García, del bar El Cruce, también le agrada tener de nuevo la bandera, que se suma a la existente en La Ñora, pero reconoce que no repercute en su negocio. "Interesa por mejorar la imagen de Asturias pero más gente no va a venir, porque la afluencia ya es excesiva. Mejorar el ordenamiento urbanístico de la zona e impulsar una senda peatonal de la Villa a Rodiles son, a su juicio, unas de las necesidades prioritarias.
Por su parte el vecino Senén Sánchez, que lleva 24 años residiendo junto al arenal maliayés, está contento: "Fuimos los primeros en tenerla y es un certificado de calidad". Sánchez hizo hincapié en la necesidad de mejorar el alumbrado nocturno y reforzar la presencia de agentes del orden para evitar actos de vandalismo.
La presidenta de la asociación de comerciantes maliayesa, Tere Iglesias, apunta que se trata de "un aliciente más" para que la gente visite Villaviciosa.
