El informático mierense Iván Fernández Lobo recibirá el próximo 24 de junio el galardón "Mierense en el Mundo", que otorga la asociación del mismo nombre. Un reconocimiento a su carrera, donde destaca la puesta en marcha del certamen "Gamelab", dedicado al mundo de los videojuegos. Un evento de carácter internacional que se celebra en Barcelona y ha conseguido traspasar las fronteras del país, aunque nació con muchas menos pretensiones en Mieres. El "Mierense en el Mundo" no es su único reconocimiento en el Principado, Fernández Lobo fue "Asturiano del mes" de julio de LA NUEVA ESPAÑA.
-¿Qué supuso para usted obtener el "Mierense en el Mundo?
-Por una parte, es un orgullo que la gente de tu pueblo se acuerde de ti, pero, por otro lado, como cuando recibí el reconocimiento de LA NUEVA ESPAÑA, me da un poco de apuro, porque uno intenta hacer cosas, divertirse haciéndolas y está bien que tenga repercusión, pero creo que todavía queda mucho por hacer. Aún así, me siendo muy agradecido, era un premio que no esperaba porque siento que estoy aprendiendo constantemente, mi objetivo es crecer cada día un poco más y conocer más gente que me pueda inspirar.
-Normalmente, galardones como el que ha recibido están asociados a personas más mediáticas, ¿qué opina usted al respecto?
-No es algo que ocurra con este tipo de premios, sino que creo que es algo común en España. Tenemos muchos complejos y hay ciertas profesiones que, por el hecho de haber tenido cierto glamour de forma tradicional, obtienen premios y reconocimientos cuando hay muchas personas que tienen menos visibilidad en los medios y también se merecen estos galardones. Aunque salgas dos minutos en una esquina de la televisión ya pareces más digno que alguien que está en un laboratorio todos los días, y no debería ser así.
-Además de reconocer su carrera, el premio también da cuenta de su orgullo como mierense, ¿cómo lo expresa?
-No puedo decir que soy de otra parte, así que siempre intento explicar a los que conozco que soy de Mieres, a la mayor parte de los españoles sí les suena, pero yo me esfuerzo en explicárselo a personas que ni siquiera conocen la geografía de España. Además, llevo mucho de Mieres en todo lo que hago, por grandes ciudades en las que esté, uno se lleva las cosas de donde nació y el barrio en el que viví, creo que es fundamental. Por cierto, el barrio donde viví gran parte de mi vida, donde me crie, fue Vega de Arriba.
-¿Cómo explicaría su trabajo actual?
-La verdad que es complicado de explicar, trabajo con personas y empresas del sector del videojuego en diferentes cuestiones. La más conocida es la organización de eventos, me gusta decir que tengo una red de amigos muy especiales y hago varias cosas con ellos a lo largo del año, los junto en congresos y hacemos múltiples proyectos. El trabajo siempre está relacionado con el videojuego, lo que se entendía hasta ahora como videojuego, porque ya existe poco que se pueda aplicar a ese nombre, son experiencias que desbordan la palabra de videojuego, es interacción social, medios que usan técnicas y lenguaje del videojuegos para diferentes aspectos, como por ejemplo la formación. Yo lo denomino ocio interactivo porque abarca mucho más como cine, publicidad o formación.
-¿Los videojuegos siguen siendo cosas de niños?
-Es algo más de adultos. Los niños actuales ya nacen con pantallas y dispositivos cerca de ellos, y utilizan los juegos porque es la manera más fácil de interactuar con esos dispositivos; pero el público actual son personas adultas que no utilizaban los videojuegos cuando eran más jóvenes. Los niños son consumidores de videojuegos si sus padres también juegan, ya que son el motor de compra de estos dispositivos, no sólo las consolas, sino también el PC, la tableta o el móvil, como en su día lo eran del aparato de reproducción de vídeo.
-¿La realidad virtual es el futuro de los videojuegos?
-Es una nueva vieja tecnología, pero ahora es más accesible. Cuando estudiaba en EE UU, a finales de los 90, teníamos sistemas de realidad virtual muy similares a los que hay ahora. La diferencia es que eran menos accesibles, requerían computadoras grandes y caras. El paso de ahora es que se han conseguido abaratar los costes y crear un fenómeno accesible para cualquiera. Cuando esto ocurre, se crea un mercado, hay mucha más gente y más empresas que se plantean crear experiencias en realidad virtual y la evolución del medio es mucho más rápida. La creatividad va a permitir que vengan cosas mucho más interesantes y entretenidas. Ahora está arrancando, las personas se están acostumbrando al lenguaje de la realidad virtual y en los próximos años veremos muchos productos.
