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La pérdida de una sociedad centenaria

El administrador culpa a los exdirectivos de la desaparición de Festejos "Santiago"

El informe concursal determina que la negligente gestión y el gasto excesivo acabaron con la entidad, pero no aprecia fraude en la quiebra

Sede de Festejos "Santiago", en Sama. FERNANDO RODRÍGUEZ

El Juzgado de lo mercantil número 1 de Oviedo -la sala encargada de gestionar el proceso de liquidación de la Sociedad de Festejos y Cultura "Santiago Apóstol" de Sama- ya tiene en su poder el informe de calificación elaborado por el administrador concursal para determinar el grado el grado de responsabilidad de los exdirectivos en la quiebra de la centenaria entidad. Según ha podido saber este diario, el administrador cataloga en ese escrito el concurso como culpable, al apreciar que los tres exintegrantes de la antigua gestora son responsables, en distinto grado, de la crisis que derivó en la desaparición de la emblemática entidad, nacida en 1899 y que tenía más de un millar de socios. Para los exdirectivos se plantean distintas sanciones económicas.

Para el administrador concursal, Ignacio Blanco, la deuda de la entidad supera los 200.000 euros, aunque según su expresidente, Javier Tato, en ningún caso sobrepasa los 100.000. El único activo patrimonial de Festejos "Santiago" es el local social, que será subastado en las próximas semanas.

El informe basa la declaración del concurso culpable y de que los exdirectivos son responsables de la desaparición de la entidad en tres pilares: la inexistencia de documentación contable detallada, el gasto excesivo en las contrataciones de actividades y la falta de respuesta por parte de la gestora para tomar medidas ante la deriva de la sociedad, lo que agravó su situación. La negligente gestión sería, por tanto, la razón de la desaparición de la sociedad, ya que la administración no encuentra evidencias de que se haya producido una quiebra fraudulenta y deliberada.

Los afectados podrán presentar alegaciones antes de la vista en la que el juez determinará su grado de responsabilidad en la desaparición de la emblemática entidad. También será el momento para que el fiscal se posicione, bien apoyando el informe concursal o desmarcándose de él.

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