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El "fracking" sería "un final fatal" para el territorio, alertan los ecologistas

La plataforma contra la fracturación hidráulica rechaza la investigación de hidrocarburos de Hunosa y teme que sea "una nueva puerta giratoria"

El "fracking" sería "un final fatal" para el territorio, alertan los ecologistas

El proyecto de "fracking" que planea sobre las comarcas mineras y otras zonas del centro de la región sería "un final fatal" para el territorio. Así de rotunda es la advertencia que lanzan desde la Plataforma Asturiana Anti-Fracking -que aúna a ecologistas, vecinos y expertos de la región-, tras iniciar su calendario de movilizaciones para impedir que los proyectos que impulsa Hunosa prosperen. Hay poca información sobre la mesa, pero la hullera pública ha solicitado permisos para la investigación de hidrocarburos en seis municipios de las Cuencas: Laviana, San Martín del Rey Aurelio, Langreo, Mieres, Aller y Lena. Si el plan prospera, dicen los ecologistas, "los territorios quedarían devastados" y sin posibilidad de buscar alternativas sostenibles. En el proyecto tiene un 30 por ciento de participación la empresa privada Volta, reparto que a la plataforma no le encaja: "Nos tememos que sea un nuevo caso de puertas giratorias".

El "fracking", fracturación hidráulica, es un sistema de extracción de gas o petróleo del subsuelo. Consiste en la perforación, a gran profundidad, de las rocas para liberar los gases. La rotura se produce a través de la inyección de agua y una serie de aditivos químicos, a gran presión. En ocasiones, también se utilizan explosivos para agrietar el estrato. Entre los principales riesgos que se le atribuyen al "fracking" está la contaminación de los acuíferos subterráneos y la microsismicidad. "Es una técnica muy contaminante, sería fatal para las Cuencas", señala Sara Villar, miembro de la Plataforma Anti-Fracking de Asturias.

A los riesgos del "fracking" ya conocidos, afirma la portavoz hay que añadir otros efectos: "También puede darse radioactividad si se produce una fuga, además del alto riesgo de accidentes con graves consecuencias medio ambientales", añade. Desde el punto de vista del colectivo conservacionista, "siempre que se plantean este tipo de actuaciones, las empresas dan por supuesto que lo tienen todo controlado. Pero no es así, y luego ocurren verdaderas catástrofes para el entorno natural".

El "no" a los proyectos es rotundo, aunque aún se sabe poco. Según Villar, "la única información que ha dado Hunosa son las publicaciones en el BOPA (Boletín Oficial del Principado de Asturias) solicitando el permiso para la investigación de hidrocarburos". El último anuncio tiene fecha de 21 de octubre de 2016. Hunosa (70%) y Volta (30%) piden una licencia para investigar en la zona denominada "Llábana 1". El espacio tiene una extensión aproximada de 37.314 hectáreas y se reparte entre los municipios ya citados de las Cuencas. También en Oviedo, Bimenes, Sariego, Siero y Ribera de Arriba.

Las consecuencias

La respuesta de la Plataforma a esta solicitud de Hunosa es clara: "Es absurdo seguir invirtiendo dinero público para seguir dependiendo de estas energías, cuando sabemos que es necesario un cambio de sentido de cara a las próximas décadas". Hacen referencia a los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático, cuya fundamental premisa es ir sustituyendo las energías convencionales por energías renovables de forma que adquieran el mayor peso en el mix energético antes de 2040.

La Plataforma teme que "el 'fracking' se venda como desarrollo". Desde la plataforma aseguran que el proyecto no sería viable en los valles mineros: "La cantidad de gas que pueden conseguir en las Cuencas es anecdótica". Los daños, incontables. "El entorno se verá muy afectado y machacará unas comarcas que ya se han visto machacadas por térmicas y otros proyectos igual de abrasivos para el medio ambiente", destacaron. Como el caballo de Atila, la hierba no volverá a crecer: "Nos tendremos que despedir de otros proyectos sostenibles que sí garantizan un futuro para las comarcas". La Plataforma defiende buscar alternativas que no prometan "dinero fácil ni riqueza rápida". Como ejemplos, enumeran el turismo rural, la agricultura ecológica y la ganadería.

El empleo es la baza que la plataforma teme que Hunosa juegue "para cegar a la sociedad". Los portavoces del colectivo aseguraron que "si los proyectos salieran adelante, se generarían muy pocos puestos de trabajo". "Además, serían trabajos muy temporales. Pan para hoy y hambre para mañana", añadieron desde el colectivo

El futuro del "fracking" en las Cuencas no está claro, y la plataforma hace todo lo posible porque ni siquiera salga del papel. Es por eso que la entidad ha iniciado un calendario de movilizaciones, que incluye marchas y charlas informativas. "El gran obstáculo que tenemos es que nos cuesta mucho llegar a la gente y son los vecinos, la sociedad en general, quienes tienen en sus manos frenar esta nueva amenaza medio ambiental", explicó Sara Villar.

Los últimos cambios en la legislación favorecen la puesta en marcha de este tipo de proyectos. La ley de Hidrocarburos, de 2015, impulsa la extracción de hidrocarburos no convencionales de gas y petróleo mediante la técnica de fragmentación hidráulica. La norma creó el impuesto sobre el valor de la extracción de gas, petróleo y condensados, que establece un gravamen de entre el 1 y el 4 por ciento sobre la producción de gas no convencional. Además, fijó un canon de 125.000 euros por cada sondeo de exploración y cada pozo de producción en tierra. "No es excusa, el daño que harán no hay dinero que lo paguen", zanjan desde la Plataforma Asturiana Anti-Fracking.

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