La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MACARIO FERNÁNDEZ | Presidente ejecutivo de Asturiana de Laminados (Asla)

"La Administración es demasiado pasiva a la hora de facilitar la labor de las empresas"

"No puedo esperar más para montar la nueva línea en Villallana, tenemos compromisos que cumplir y se han agotado la paciencia y los plazos"

Macario Fernández, en la planta de Villallana. FERNANDO GEIJO

A punto de cumplir los 10 años en el polígono de Villallana (Lena), la empresa Asturiana de Laminados está en uno de los momentos cruciales de su historia. El presidente ejecutivo de la compañía, Macario Fernández, confiesa que no puede esperar más para desarrollar la ampliación de su factoría, sea o no en Lena. Y lamenta las trabas administrativas y burocráticas que le han frenado en sus planes de expansión.

- Hace unos días anunciaba su decisión de llevarse de Lena la ampliación de su fábrica. ¿ A qué se debe?

-Se ha terminado la paciencia. Y no sólo eso, se me terminaron los plazos. Como casi todo en esta vida las cosas tienen unos tiempos y se pueden alargar, prolongar o dilatar un poco. Pero es que aquí llevamos cinco años desde que solicitamos este terreno al Ayuntamiento de Lena. Y a mí se me acabaron los plazos. Primero porque hay unos compromisos con el Ministerio Industria que tenemos que cumplir. Y, después, porque la empresa tiene una necesidad vital para su desarrollo de montar esa línea de acabados. No puedo esperar más. Los equipos están fabricados y los tienen almacenados los proveedores, que nos están pidiendo una renta por ello.

- Habla de compromisos con el Ministerio Industria.

-Sí, nos han dado financiación y nosotros tenemos que cumplir unos plazos y unos ratios de empleo.

- ¿Es firme la postura de ampliar fuera de Villallana?

-Todo va a depender de los próximos días. Como responsable de esta compañía, es mi obligación trabajar en todas las líneas. No puedo quedarme solo con Lena, porque hasta ahora he encontrado inconvenientes uno tras otro. Estoy trabajando en otras opciones porque no puedo esperar más por Villallana.

- Si la nueva línea de acabados se instala en otro lugar, ¿corre riesgo el resto de la factoría?

-No, de ninguna manera. La planta matriz va a seguir aquí y espero que cien años más. Esto no es deslocalizable. Hay mucha inversión que no se ve. Hay miles de metros cúbicos de hormigón y miles de toneladas de hierro debajo de la tierra. Nunca se planteó la posibilidad de que esta fábrica se vaya a otro sitio.

- Ha iniciado conversaciones con Hunosa para buscar suelo. ¿Mantendrá la empresa en las Cuencas?

-Ese es el compromiso de la empresa y mi apuesta personal. Desde hace muchísimos años, con proyectos con más éxito y otros con menos, incluso en minería del carbón, estoy trabajando en las comarcas mineras. Tengo un compromiso con estos territorios. Tengo una afinidad también y estoy cómodo trabajando aquí. Salvo que me echen, no me voy a ir a otro sitio. Incluso ya por una cuestión de logística nos vamos a quedar en los valles mineros. Si lamentablemente tenemos que construir la nueva línea fuera de Villallana tendrá que ser lo más cerca posible.

- ¿Tiene alguna preferencia respecto a los terrenos alternativos?

-Villallana sigue siendo mi gran aspiración, pero a veces los sueños se frustran. No tengo mayor preferencia, lo más cerca posible. Si pudiera poner la nueva planta en los terrenos de al lado de la gasolinera que tenemos aquí, ahí se construiría. Con Hunosa hemos visto varias posibilidades en varios suelos. Pero también estoy en contacto con otra gente para mirar parcelas fuera de Hunosa.

- En el ámbito político, ¿considera que se han puesto muchas trabas a su proyecto?

-Mire, llevo cinco años pidiendo este suelo, insistiendo en este terreno. Lamentablemente no se movió el asunto, y parece que ahora cuando tengo que empezar a hablar de irnos parece que se dan prisa. Las administraciones a veces son demasiado pasivas con sus obligaciones, que son facilitar a las empresas el suelo y los servicios para que estas generen empleo. Y creo que esto debería de ser vital para todas las administraciones: local, autonómica o estatal. Deben de tener eso claro, porque detrás del empleo, hay inversión, detrás de la inversión se genera riqueza, detrás se genera más riqueza... Alrededor de un empleado directo se genera mucha economía.

- ¿Considera que las administraciones han sido o están siendo poco ágiles en la tramitación de permisos?

-Todos los ciudadanos creo que sufrimos esa lentitud, sean empresarios o no. Hay demasiada burocracia y ciertas cosas deberían de ser prioritarias o inmediatas. Si una empresa pide un terreno, todo el mundo debería de volcarse para que disponga del suelo que necesita para su ubicación, para hacer sus inversiones, para crear empleo y para crecer. Claro que hay que poner todas las lupas y garantías y vigilancias. Pero la Administración no se puede quedar parada.

- ¿Cuándo preveía tener esta nueva línea en marcha, si se hubieran cumplido los plazos?

-Ya estaría en marcha. En 2015 ya se firmó la compra de los equipos. Dicho esto, la idea es tener montada la ampliación, sea donde sea, para el mes de septiembre.

- ¿Qué inversión lleva realizada en Lena y cuál es la prevista? ¿Y respecto al empleo?

-Ahora mismo hay unos 80 millones de euros de inversión y con lo que constará la ampliación llegaríamos casi a los 100 millones de euros. Ahora mismo hay 120 personas y la previsión sería llegar a 200. En torno a un 40% de la plantilla es del concejo de Lena, y el resto de la plantilla corresponde al resto de las comarcas mineras.

- También tuvieron en su día problemas con el suministro energético.

-Aquí ya tuvimos problemas de todo tipo y el energético no podía faltar. Afortunadamente, ahora estamos cubiertos. Se reforzó la potencia y nos han dado la suficiente. No llegó a pararse nunca la fábrica del todo, pero sí que nos pasó como en una casa particular, que cuando enchufas muchos electrodomésticos saltan los plomos. Aquí nos llegó a pasar eso. Y esto no es como una casa. Aquí cada vez que hay una caída de energía, sea por lo que sea, si pasa de unos segundos, se nos caen los hornos y las coladas, y todo eso genera una pérdida de entre 30.000 y 50.000 euros. Pero logramos, junto al Alcalde de Lena -Ramón Argüelles- y el Principado, que se reforzara la línea para solucionar el problema.

Compartir el artículo

stats