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Los accidentes de tráfico causaron diez muertes en las Cuencas en el último año

Siete personas fallecieron en colisiones y salidas de vía en Caso, Mieres, Aller y Lena y otras tres perdieron la vida tras ser atropelladas

Personal de la funeraria, trasladando el cadáver del mierense fallecido en el accidente del pasado lunes. FERNANDO GEIJO

Un total de diez personas han perdido la vida en las comarcas mineras en accidentes de tráfico en el último año. Tres de las víctima resultaron atropelladas y el resto se vieron involucrados en colisiones en carreteras de Mieres, Caso, Aller y Lena. El último siniestro tuvo lugar este pasado lunes en la carretera de acceso a El Campón, por encima de la localidad mierense de Rioturbio, en el valle de San Juan. Perdió la vida el mierense de 67 Celso Álvarez, vecinos de la zona y minero jubilado. El fatal desenlace se produjo tras caer el coche que conducía a un reguero próximo a la calzada. Una tragedia que se enmarca en un período especialmente negro en las carreteras de las comarcas del Caudal y del Nalón.

El accidente del pasado lunes se produjo en una carretera local muy poco transitada. Nada que ver con el ocurrido el pasado 23 de enero en el muy transitado Corredor del Aller, concretamente en uno de los "puntos negro" de la red de carreteras de la comarca del Caudal. Perdió la vida una comercial. El suceso se produjo en un tramo que transcurre por Mieres, la "curva fatídica de Bustiello", en el que ya antes se había registrado varios accidentes muy graves. Ocurrió a las 13.40 horas, un momento de mucho tráfico en la zona, y resultaron heridas otras dos personas. Uno era el marido de la fallecida (comerciante jubilado que tenía una tienda de material de construcción en Mieres) que la había acompañado mientras ella trabajaba por el concejo de Aller. El otro afectado, fue un hombre de 33 años que conducía la otra furgoneta implicada.

Otro accidente especialmente grave se produjo en la noche del 5 de julio cuando dos hombres viajaban en un turismo hacia Veneros. Pasado el cruce de la quesería Redes, una rueda del coche perdió contacto con el suelo, y acabó provocando que se precipitara por una ladera. Uno de los hombres murió en el acto y el otro días después a causa de las heridas. Apenas un mes después, en agosto, un joven motorista se dejó la vida en el Corredor del Nalón, también en Caso, en un accidente ocurrido a la altura del pantano de Tanes. En el Caudal, en octubre, un motorista leonés, de 49 años, falleció tras sufrir un accidente en el puerto de Pajares (N-630), cerca de Puente de los Fierros. Dos meses después, en diciembre, un montañero gijonés falleció en el puerto de San Isidro, después de que una piedra impactara en el parabrisas de su coche.

Tres atropellos mortales se sumaron a la crónica negra de las carreteras. El más reciente ocurrió hace dos semanas, cuando una mujer de 90 años falleció ayer tras ser atropellada por un microbús en La Felguera. En noviembre también un vecino de El Entrego perdió la vida al ser arrollado por un coche. Meses antes lo mismo le había sucedido a una langreana de 52 años en Ciaño

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