Ese argayo marca un antes y un después. Es casi imposible caminar ahora por el entorno del desprendimiento que cortó el Corredor del Nalón -dejando aislado al concejo de Caso, de más de 1.500 habitantes- sin fijarse en las rocas salientes de la ladera. Está localizado en el kilómetro 30 de la carretera AS-17 (Riaño-Puerto de Tarna). "Nadie imaginó que pudiera pasar esto", comentan unos vecinos cerca de la zona. "Esto" son miles de toneladas de piedras, esparcidas por la carretera, que se vinieron abajo en unos segundos en la mañana del jueves. Dos máquinas trabajan ya en la zona sin descanso, aún con la sombra de la inestabilidad de la ladera. Dar una fecha de reapertura del acceso, ni siquiera aproximada, es imposible. El primer paso será desmontar otra parte del talud, casi con idéntica carga de piedras, que amenaza con caer. "Esto no se arreglará de un día para otro", lamentó ayer el alcalde de Caso, Miguel Fernández. El regidor también hizo referencia al mal estado en el que se encuentran las vías alternativas para llegar al concejo: la carretera de Infiesto y el puerto de Tarna.

El dirigente local pasó ayer el día al pie del argayo, junto a los trabajadores que se afanan en la limpieza y la estabilidad del lugar. Sin descanso, pero con mucha cautela: "Estamos en una zona peligrosa, después del desprendimiento. No queremos tener que lamentar una desgracia por actuar antes de saber todas las instrucciones de los técnicos", señaló el regidor. Y añadió que "están buscando la mejor manera para que todo vuelva a la normalidad con la mayor brevedad". A última hora, varios vecinos pudieron habilitar un paso en las cercanías del argayo para poder salvarlo a pie sin tener que dar un rodeo por el monte.

Lo que más inquieta a la dirección de la obra y a los técnicos es una gran grieta que atraviesa, de arriba a abajo, la ladera de la montaña. Esa zanja deja en una situación de inestabilidad a una carga importante del talud: "Es imprescindible que esas rocas se echen abajo, de forma controlada", explicó Miguel Fernández.

La técnica para abordar la actuación está siendo evaluada por el Principado, aunque no se descartan voladuras controladas. El Principado ha analizado el estado de la ladera con drones y ahora examina las imágenes. Es seguro ya que el desprendimiento se produjo por las filtraciones que surgieron tras "las intensas precipitaciones en forma de lluvia y nieve de las últimas semanas, acompañadas de fuertes vientos". "Hay que ser pacientes, lo que menos queremos ahora es hacer movimientos que puedan empeorar la situación", afirmó el regidor.

El alcalde de Sobrescobio, Marcelino Martínez, también llamó la atención sobre la "peligrosidad" en la zona. No obstante el municipio, reconoció el regidor, apenas está afectado: "Para Caso esto es un caos", lamentó el regidor de Sobrescobio. Un caos que, desde el jueves, ha desordenado la vida tranquila de los vecinos.