«Damos las gracias al pueblo, padres y jóvenes porque queremos consolidar este proyecto entre todos. Tener más de un equipo por categoría es nuestro sueño». Con esta declaración, Marcel Muñiz, vicepresidente del Colegio Riaño, refleja el sentir de un proyecto que no pone límites a su crecimiento y que ha hecho que todos los estamentos de este distrito langreano sientan como suyo. «Trabajamos sin descanso la directiva con la ayuda de padres y todos los que echan una mano. Sorteamos dos cestas de marisco al mes, hacemos una corderada, una fabada y una paella múltiple. De ahí sacamos una parte de los fondos para subsistir», comenta Muñiz.

El Colegio Riaño tiene a día de hoy seis equipos en el fútbol base más una escuela de iniciación. Jairo, Antonio y Sergio preparan a los siete futbolistas que dan sus primeros pasos. Jairo lleva a los 12 del prebenjamín, Sergio a los 15 del benjamín, Jairo a los 12 del alevín, Antonio a los 19 del infantil, Aitor a los 16 del cadete y Diego a los 18 del juvenil. «Que el día sean buenas personas. Y después intentaremos que salga algún buen futbolista», refleja Marcel Muñiz cuando valora los objetivos del club. A nivel deportivo, el Colegio Riaño y su dirección deportiva trabajan por un reparto equitativo en la participación de sus futbolistas. «Queremos que todos tengan minutos. Diego, director deportivo, trata de hacer el reparto más equilibrado y que haya una serie de entrenamientos diferentes y que haya una participación importante de todos», explica Muñiz.

El trabajo de recuperación del fútbol en Riaño pasa por involucrar a los vecinos de Villa. Un pilar fundamental que se suma al agradecimiento de los jóvenes que llegan desde otros puntos y que trabajan por dar vida al club. «Están volviendo a acercar el club a Riaño. Estamos encantados con la gente que viene de El Berrón, La Felguera y Ciaño, pero nos gusta mucho que los vecinos se involucren con nosotros. Que sea un club que sientan que es de ellos mismos y de la gente que se nos une a nosotros. Es un club que abrimos a todos porque esa es una de las claves para sobrevivir», desgrana el vicepresidente del club.

Por todo esto, Marcel Muñiz espera que «en dos o tres años» el Colegio Riaño pueda consolidar este proyecto primando la formación por encima de los resultados. «El cadete va muy bien, pero no hay ninguna presión por subir ni nada por el estilo», explica. En esta temporada han salido a competir con seis equipos, aunque a medida que pasa la temporada esta cifra se queda cada vez más pequeño. «Podríamos haber hecho dos benjamines, pero muchos se apuntaron tarde. Con 27 podríamos tener tres equipos en pista. El proyecto es tener más de un equipo por categoría en la base. Esos equipos son los que dan continuidad a un club», afirma.

Encima de toda la base futbolística del Colegio Riaño se sitúa un equipo Regional. Este año compite en segunda tras haber descendido el curso pasado, pero la ilusión sigue siendo la misma. «Mantenemos la misma plantilla. Solo pasaron dos juveniles esta temporada, pero la mayoría de la plantilla son de Riaño». Un pilar fundamental también en el club que a juicio de Marcel Muñiz supone un aliciente para los más jóvenes: «Un regional no es una molestia. Es una continuación de la cantera. Nos encantaría que el día de mañana contásemos con 30 futbolistas que vengan del juvenil».

El Colegio Riaño sigue disfrutando con el crecimiento de una cantera muy prometedora que supone toda una alegría para todos los vecinos de este distrito langreano en el campo de Peña Villa.