Gijón, J. J.

El Medicentro Gijón sigue imparable y ayer se impuso con claridad a un rival muy incómodo, ya que tiene un juego muy rápido y agresivo al que el técnico Alberto Suárez tenía mucho respeto.

Los gijoneses empezaron mandando en el marcador y no abandonaron su ventaja en todo el encuentro. Las bajas de veteranos como los hermanos Monjardín y Abel hicieron que los más jóvenes tuviesen mayor protagonismo y respondieron a la perfección a las exigencias del encuentro. La defensa volvió a ser clave, «si sólo te meten 20 goles es muy difícil que no ganes», aseguró Suárez, que despide el año al frente de la clasificación y con una clara ventaja sobre sus perseguidores, que ayer volvieron a tropezar, y el segundo clasificado está ya a seis puntos. Con este triunfo finaliza la primera vuelta de la Liga, por lo que el siguiente rival será el Porriño, único equipo que les ganó esta temporada.