Madrid / Oviedo, A. M. O.

La explosiva rueda de prensa protagonizada por José Mourinho tras el partido entre el Madrid y el Sevilla no gustó a la cúpula madridista. El presidente del Madrid, Florentino Pérez, no perdió ayer la oportunidad de manifestarle al técnico que no le gustaron nada ni las formas que empleó ni las más o menos veladas críticas que hizo al club en su «cruzada» contra lo que considera graves y claros errores arbitrales perjudiciales para su equipo.

El toque de Florentino Pérez a Mourinho tuvo lugar momentos antes del comienzo de la tradicional comida de Navidad que organiza el Madrid con los componentes de sus secciones de fútbol y baloncesto. Presidente y entrenador hicieron un aparte y fue cuando Pérez, según pudo saber este periódico, le vino a decir a Mourinho que «ése no es el camino», además de expresarle que cuenta con el apoyo total del club, por lo que están fuera de lugar sus palabras apelando al amparo del presidente por no considerarse bien arropado por otras instancias, en lo que buenos conocedores de las relaciones en el Madrid apuntan que se refería a Valdano.

Pérez, Valdano y Mourinho se reunirán de todos modos en los próximos días, según le dijo también el presidente al entrenador en el transcurso de la corta conversación que mantuvieron, con el fin de aclarar cualquier posible malentendido que haya podido surgir entre el técnico y el director general.

El presidente del Madrid comentó asimismo en otros círculos su disgusto por los incidentes que hubo entre ayudantes técnicos de ambos banquillos que acabó con el delegado de campo del Madrid por los suelos tras sufrir un empujón de uno de los asistentes de Mourinho, el entrenador de porteros Silvino Louro. Considera que el Madrid no debe dar esa imagen. Así que preocupa el comportamiento de Mourinho, máxime cuando no hay prácticamente rueda de prensa en la que no dé la nota. A propósito de la del domingo, ayer no estaba claro quien fue el autor en realidad del documento exhibido por el entrenador con los 13 errores de Clos Gómez. Después de que se apelase al departamento técnico del club, había quien apuntaba al ex árbitro Megía Dávila, que trabaja para el Madrid, a componentes del departamento de comunicación o incluso a ayudantes de propio técnico.

La reacción de Florentino Pérez no fue la única negativa sobre Mourinho ayer, pero seguro que le preocupan menos, pues venían del Levante, próximo rival en la Copa, o del entrenador del Valencia.

Robusté, capitán del Levante, aseguró que le hace «un poco de gracia» que el Madrid se queje de las actuaciones arbitrales. Su compañero Xisco Muñoz dijo que si el Madrid necesita una hoja para reflejar los errores que le perjudican, al Levante le haría falta una enciclopedia completa.

Unai Emery, entrenador del Valencia, aseguró que «nosotros podríamos hacer un nota pública con más hojas de decisiones que han supuesto errores arbitrales en nuestra contra, pero eso es una propuesta llorona. Los árbitros se equivocan, unas veces a favor y otras en contra».