Cerrada la plantilla del Sporting, salvo milagro que permita contratar a un defensa en paro a medida de las condiciones de la patronal futbolística, ya sólo queda ir viendo cómo la chavalería abelardiana va creciendo, como fue creciendo en la temporada pasada. Hace un año el objetivo rojiblanco era, según todas las versiones, escapar del descenso a Segunda B, que significaría poco menos que la muerte del club, ahora sociedad anónima deportiva. El descenso quedó tan lejos como que el Real Madrid acaba de pasar por El Molinón y por el campo rojiblanco tendrán que pasar todos los equipos de Primera División.
Para que los jóvenes vayan creciendo juegan hoy un amistoso ante el Éibar, que será rival directo y que, de momento, va situado en los puestos de cabeza. Claro que la Liga es como una larga etapa de montaña de una gran vuelta, que las cuestiones importantes se suelen resolver en el último puerto. Los escapados de salida acaban casi siempre muy rezagados. El Éibar lo sabe por reciente experiencia, ya que su primera vuelta en la Liga pasada fue ejemplar para un recién ascendido, pero la segunda fue catastrófica; tanto, que le costó el descenso, aunque luego apareció la crisis del Elche y fue repescado.
Ya no hay repesca posible en la temporada que acaba de comenzar para David de Gea en el Real Madrid. A saber lo que va a suceder con el portero en el verano del año que viene. A saber lo que ha sucedido para completar el desbarajuste planetario que organizaron en el cierre del mercado Real Madrid y Manchester United. Empiezan a aparecer versiones de lo más pintorescas. Que si fue una venganza de Van Gaal, que si fue una operación de Florentino Pérez para no fichar al portero y no gastar un buen dinero, que si todo se debió a una maniobra de Keylor Navas, que estuvo incomunicado durante tres horas con lo que retrasó la negociación hasta abortarla. La realidad, desde lejos y desde fuera, señala que todo fue una monumental chapuza y que la doble operación no se cerró porque el tiempo se les echó encima a todos y no supieron salir del embrollo. Ahora se dice que De Gea está dispuesto a renovar contrato por el Manchester United y olvidarse de un Madrid que ha pedido perdón a Keylor Navas y que, según algunas fuentes, estudia mejorarle el contrato. Lo que tiene que mejorar el club es la imagen, que ha sufrido un importante deterioro en las últimas fechas. El dinero no lo es todo.
No lo es todo, pero en el fútbol profesional es el gran motor. Que se lo digan a los responsables de los clubes que tienen que pagar a cualquiera que se les acerque y respire. En estos días las buenas costumbres han de mantenerse por encima de cualquier circunstancia; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿por dónde andan los nuevos contratos en el Sporting? Porque, damas y caballeros, se han hecho algunos contratos nuevos que seguro que saben a gloria para sus propietarios. Más preguntas: ¿es cierto que el club rojiblanco, para no variar, vuelve a estar mal de tesorería? El taquillazo ante el Real Madrid y los suculentos dineros de la tele tienen que servir para aligerar los problemas económicos endémicos de un Sporting que se juega la consolidación deportiva y económica.
