España entusiasma en Asturias. Centenares de asturianos recibieron a la selección nacional de fútbol a su llegada al aeropuerto de Asturias, y entre gritos, sobre todo de los más pequeños, trataron de llamar la atención de sus ídolos. Cesc Fábregas fue el primer jugador que cruzó la puerta desatando la euforia de los presentes y fue directo a firmar el primero de muchos autógrafos que los futbolistas fueron regalando a los aficionados, que habían estado esperando pacientes, bajo una lluvia intermitente.

Los más vitoreados fueron de mano los pesos pesados de la selección y en especial los jugadores del Madrid y el Barcelona, con un Piqué que hasta se hizo una foto con un niño que había logrado colarse en el pasillo. Pero fueron los asturianos los que ganaron protagonismo a la salida de la instalación. Mata y Cazorla, que dio el "susto" pasando rápido entre los aficionados para luego dar la vuelta y atender a los que le llamaban, estuvieron con su gente el mayor tiempo que les permitieron antes de subirse al autobús que les llevaría a Oviedo.

Las escenas se repitieron a la llegada a Oviedo, en donde los jugadores atendieron peticiones de posado fotográfico y autógrafos y por la tarde cuando dieron una vuelta alrededor de las inmediaciones del hotel en el que se alojan.

Hoy se ponen a la venta las últimas entradas disponibles, que se espera que se agoten, en las taquillas del Tartiere, entre las 10 y las 14 horas, y desde las 17.30 hasta la hora de comienzo del partido (20.45 horas).