La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Lealtad se suma a la fiesta

Un golazo de Pablo Espina en un libre directo decide el choque ante el Pontevedra a favor de los de Rozada

Los jugadores del Lealtad felicitan a Pablo Espina tras lograr el gol. MARÍA GÓMEZ

Las Fiestas del Portal tuvieron una dosis extra de alegría gracias al Lealtad. El conjunto maliayo sumó una nueva victoria como local al imponerse en esta ocasión al Pontevedra gracias a un golazo de Pablo Espina en el lanzamiento de un libre directo.

Comenzó el Pontevedra de una manera fulgurante. No se habían jugado ni dos minutos cuando los gallegos dieron el primer susto. Una jugada de estrategia estuvo a punto de colarse en la portería maliaya, pero el balón se estrelló contra la madera y Javi Porrón pudo hacerse con la pelota.

Poco después, un fallo de Raúl Aguilar fue aprovechado por Borjas para poner en apuros a la zaga local, pero la buena cobertura realizada por la defensa de los de Villaviciosa alejó el peligro.

La reacción de los locales no se hizo esperar. En el minuto 11 Robert cabeceó picado el balón y solo una gran estirada del portero de los gallegos impidió el 1-0. Poco después el central Verdú salvaba al Pontevedra. Álex estaba dispuesto a disparar solo ante Edu, pero la bota del defensa hizo que el balón fuese a manos del portero de los granates.

Hasta el descanso sólo hubo un par de acciones reseñables más, una por bando. Primero fue Jandrín el que puso a prueba a Porrón tras una buena acción individual que el cancerbero atajó en dos tiempos. La respuesta la tuvo Camochu en el minuto 34, aunque su acción moriría con un saque de esquina.

Tras la reanudación los locales se mostraron más ambiciosos. Fruto de ello fue la falta que derivó en el gol local. Pedro Beda caía derribado por un zaguero visitante cerca de la frontal del área. Pablo Espina, el especialista a balón parado de los de Rozada, asumió la responsabilidad y su lanzamiento superaba tanto a la barrera como al guardameta llevando al marcador el primer, y único, gol de la tarde.

Como consecuencia del tanto avanzaron líneas los de Pasarón, pero en su intento por devolver la igualdad el corazón se imponía a la cabeza. Ello facilitó la labor de la defensa de los de Villaviciosa, que a diferencia de jornadas anteriores mostraba una gran solidez defensiva en torno a Javi Porrón. Así, las acometidas visitantes eran cada vez más habituales, pero siempre se estrellaban en el muro de los de Les Caleyes, que no renunciaban al ataque y esperaban su oportunidad de sentenciar el partido al contragolpe.

Los saques de esquina para los granates se sucedían y los nervios en la parroquia maliaya se acrecentaban con el paso de los minutos. En el descuento Pablo Carnero estuvo cerca de igualar la contienda para los de Luisito, pero el remate de cabeza del exjugador del Vetusta se marchó lamiendo el travesaño. Solamente cuando el colegiado madrileño decretó el final del encuentro, respiraron. Los tres puntos se quedaban en feudo local, otro motivo más de celebración festiva para los de Villaviciosa.

Rozada. El técnico del Lealtad no ocultaba su satisfacción por los tres puntos sumados. "Destaco el trabajo realizado por los jugadores. Fuimos mejorando con el paso de los minutos y salvo un par de acciones al principio, Javi Porrón no intervino. Es el primer partido en el que logranos mantener la portería a cero y es muy importante para nosotros", resaltó el técnico de los maliayos, quien señaló como la clave "estar bien ordenados y sin cometer errores".

Luisito. Para el técnico del Pontevedra la clave del encuentro estuvo en "las dos ocasiones que no logramos convertir en la primera parte. Fuera de casa no se pueden perdonar esas ocasiones. En la segunda mitad apretamos pero sin mucho sentido".

Compartir el artículo

stats