El XXVI Trofeo de fútbol del acuartelamiento Cabo Noval estaba previsto como un triangular entre el Avilés, el Siero y el equipo del cuartel, pero se quedó en los 45 minutos que disputaron el Avilés y los militares porque el conjunto sierense se presentó con sólo cinco jugadores: los defensas Adolfo y Trubi, los centrocampistas Abel y Edu, y el delantero Bruno, además del técnico Aníbal López.

El entrenador del conjunto poleso justificó la falta de efectivos en que "el resto o trabaja o estudia" y explicó que el martes "al ver que no había gente queríamos traer juveniles del Romanón pero tienen clase". Aníbel considera que un miércoles por la mañana no es una fecha adecuada para jugar y que, de hacerlo, "deberían de llamar a equipos profesionales".

Las explicaciones no contentaron a las autoridades militares ni al Avilés, representado por el director general, Manuel Fernández, y por Pablo Lago. "Es muy poco serio porque los chavales del Avilés también tenían clase y se les sacó para venir", señalaron.

En un principio se intentó completar los cinco jugadores del Siero con seis militares, pero ni se presentaron voluntarios ni el Avilés estaba dispuesto a jugar, y finalmente se suspendió el torneo.

En teoría el equipo militar se llevó el trofeo al ganar (1-0) al Avilés con un gol de penalti de Barajas. El cuartel alineó a Presa, Muriel, Baizán, Pico, Villa, Hernández, Aza, Quimbayo, Marquínez, Barajas y Zapi. Completaron Quero, Kily y Domínguez.

El Avilés formó con Emilio, Adrián, Davo, Marce, Meana, Junquera, Ureta, Gómes, Michu, Asiel y Nacho. Completaron: Ojea, Jairo, Pablo, César, Santi. Del primer equipo estuvieron Borja Noval, Marcos y Juanma, pero no llegaron a jugar.