Brazos al cielo, así celebraron los compañeros de Hugo Suárez ayer los cuatro goles que dieron la victoria al Llaranes en el campo del Atlético Arenesco. Desde el club ya lo habían dicho, querían dedicarle muchos goles y la victoria al delantero, fallecido hace apenas dos semanas mientras disputaba un encuentro con su equipo, y ayer lo consiguieron, con un 0-4 en el partido aplazado de la 25.ª jornada de competición. "Ha sido un partido, que nos costó afrontar, nos costó venir a jugar. Afortunadamente le podemos dedicar la victoria a Hugo, que seguro que nos está viendo desde arriba", afirmó el entrenador del Llaranes, Del Bosque, tras el choque.
Pese a su ausencia, Hugo Suárez estuvo presente de alguna forma durante todo el choque. Alrededor de 150 personas arroparon a los jugadores avilesinos en el difícil paso de jugar el primer partido desde la tragedia, aplaudiendo y animando cada vez que un acercamiento al área rival no daba sus frutos. Y es que los jugadores tenían muchas ganas de rendir homenaje al delantero, haciendo lo que más le gustaba sobre el césped: marcar goles.
Tras un emotivo minuto de silencio, con los jugadores visiblemente emocionados, tocó ponerse manos a la obra. El Llaranes se afanó en asediar la portería del Arenesco, que apenas pudo retener el balón. Ocasión, aplauso, ocasión, gritos de ánimo, ocasión, más ganas y entonces llegó una falta directa que botó Bastida, pasada la media hora de partido. El jugador pegó al balón con todas sus fuerzas y se coló pegado al palo donde el portero no podía hacer nada. Bastida señaló al cielo y enseguida todos sus compañeros le abrazaron en una piña de la que salían gritos de "¡Vamos!" y dedos al cielo. Iba por Hugo Suárez.
El partido siguió a partir de ahí el mismo guión, pero hubo que esperar al inicio de la segunda mitad para ver el segundo gol, obra de Isra. De nuevo las miradas se fueron al cielo, primero la del propio Isra que también señaló arriba y se tumbó en el suelo a la espera del abrazo de sus compañeros, que no tardaron en llegar. Todo el equipo lo celebró con la misma ansia con la que lo habían hecho en el primer tanto.
Y esa ansia se fue transformando poco a poco en cansancio, pero los jugadores del Llaranes querían dar más. Muestra de ello fue el partido de Pablo, que buscaba la portería una y otra vez, no daba un balón por perdido y ya visiblemente cansado, acabó pudiendo ofrecer el gol a su compañero Hugo Suárez, en el minuto 63, con un gol de esos que muestra la sangre fría de un delantero. De nuevo los brazos se fueron arriba señalando a las nubes, esta vez de rodillas, y de nuevo abrazos y gritos de ánimo. Al poco, Pablo, agotado, fue el primer cambio en las filas del Llaranes, pero no sin vivir antes el cuarto tanto, con la misma dedicatoria, en esta ocasión obra de Noel. Fueron cuatro los que pudieron brindar un gol al "Eterno 7" como recuerdan a su compañero, pero todos quisieron formar parte del homenaje. A cada gol, Hugo Suárez seguía ahí, pero los jugadores del Llaranes se iban quitando poco a poco la rabia y la impotencia de haber perdido a su amigo.
De ahí al final, no cejaron en luchar por ver portería, pero el cansancio fue pasando factura y en los minutos finales el Atlético Arenesco tuvo hasta alguna oportunidad de maquillar el marcador, pero no acertó a aprovecharlas. Al final, tras un partido denso y bronco, los jugadores de uno y otro equipo se deshicieron en abrazos, y los de Llaranes agradecieron al público todo el apoyo recibido.
Partido homenaje. El verdadero homenaje a Hugo Suárez del club será en el próximo partido, en La Toba el fin de semana de la próxima semana ante el Raíces. Tras la presentación de la cantera, que ya estaba prevista, habrá un acto en recuerdo del jugador, presumiblemente con su familia, y los jugadores comenzarán a portar camisetas con "E7ERNO" grabado en la manga, para que el delantero esté siempre en el recuerdo.
