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Culé Moyáu

Un día sin Nueva York

La experiencia, decía Aristóteles, es una mezcla de sensación y de memoria. No hay nada como recurrir a los clásicos para entender el presente. Nuestro Emilio Lledó explica en un hermoso artículo titulado "Voz que no clama en el desierto", siguiendo al filósofo griego, que nada podemos sentir de nuevo, nada podemos ver, si no reposa en el hueco de todo lo que hemos vivido, de todo lo que hemos sido, una memoria personal que da significado a nuestro mundo. Pero hay, además, otra forma colectiva de memoria, solidificada por el estrépito del mar de la historia.

Por eso cuando Sergio Ramos fue expulsado, después de muchos minutos buscando la tarjeta roja, los culés sabíamos que Ronaldo marcaría un gol y nos dejaría a todos con la cara que se les quedaría a Gene Kelly, Frank Sinatra y Jules Munshin si se hubieran quedado sin permiso para pasar un día en Nueva York. ¿Se imaginan que las inolvidables coreografías y canciones de "Un día en Nueva York" no tuvieran como fondo a la ciudad de Nueva York, sino la cubierta de un barco? Pues eso.

La derrota del Barça fue una mezcla de sensación y de memoria porque los goles de Benzema y Ronaldo reposaron en el hueco de todo lo que los culés hemos vivido antes de esta era prodigiosa que inició Guardiola. La memoria personal de cada culé permite entender en su justa medida un partido que el Barça insistió en jugar en la cubierta de un barco, y no en las calles de Nueva York. Y la memoria colectiva culé nos preparó para lo peor cuando sólo teníamos delante lo malo. Para cantar "New York, New York, it's a wonderful town!" se necesita estar en Nueva York, y para conocer a una deliciosa antropóloga, una esforzada aspirante a actriz y una peculiar taxista es necesario patear las calles de Nueva York con la sonrisa en la boca y alas en los pies. El Barça pierde mucho sin permiso para cantar, bailar y disfrutar de una ciudad como Nueva York o un clásico del fútbol. No sé por qué, pero el pasado sábado el Barça se quedó sin permiso y, así, Messi, Suárez y Neymar son como Kelly, Sinatra y Munshin sin poder salir del barco. Un día sin Nueva York. El próximo martes, en Liga de Campeones, el Barça debe permitir que Messi, Suárez y Neymar tengan un día de permiso en Nueva York. Hablo de memoria.

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