El Marino se sobrepuso a todas las adversidades que vivió esta temporada y ya es cuarto, una posición impensable hace poco más de un mes cuando deambulaba por la octava posición a diez puntos del play off. La situación se aproxima a lo esperado de una de las mejores plantillas de la categoría, pero el vestuario vive la situación con mucha tranquilidad, según asegura el capitán Guaya. "Seguimos a lo nuestro y pensando en el siguiente partido, ahora el Avilés, pero no miramos mucho la clasificación", señaló.

Y es que la plantilla sufrió un bajón anímico tras las dos derrotas consecutivas fuera contra el Covadonga y el Astur, y no quiere volver a pasar por una situación similar. "Sabemos que la hemos liado en ese momento, pero a partir ahí el equipo tomó la decisión de ir partido a partido y en esas estamos, con ganas de seguir así y meternos en el play off", añadió el capitán.

El equipo hizo una primera vuelta muy mala, pero en la segunda es otro y ya acumula cinco victorias con sólo tres goles encajados, dos en Ganzábal ante el Langreo (2-0) y los dos de Oviedo ante el Covadonga y Astur. Y, en opinión de Guaya, esa solidez defensiva es uno de los factores que explican la transformación. "Teníamos claro desde el principio que la clave era no encajar porque sabíamos que arriba tenemos dinamita, y ahora se está viendo que cuando mantenemos la portería a cero la gente de arriba tiene su oportunidad y siempre acaba metiendo una, por eso más que los cinco partidos ganados, lo que más valoro es que hayan sido con la portería a cero. A ver si seguimos así".

Otro factor que explica el cambio, apunta el capitán, fue la intervención en el vestuario de los veteranos. "Los que llevamos unos años aquí hemos tenido que dar un paso al frente y tomarnos las cosas más en serio de cabe. No es fácil bajar de Segunda B y hacer un buen año, y además hubo mucha gente nueve, lesiones, sanciones y el campo de entrenamiento que resta muchísimo".

Balbín es un problema por el mal estado del césped artificial que provoca lesiones e impide a los jugadores dar el máximo, y Guaya se queja de que "algún iluminado" siga diciendo que no es necesario cambiarlo. "Yo le invitaría a que viniese un mes a entrenar con nosotros para que vea como está. Nosotros no podemos hacer otra cosa que seguir entrenando allí y esperar que no pase nada hasta el final de temporada, incluido en los entrenos del play off si conseguimos meternos".

Guaya apunta al cambio en la forma de jugar como otra clave del éxito actual. "Ahora esperamos un poco al rival y no intentamos llevar la iniciativa del partido porque siempre teníamos algún fallo puntual, pero ahora salimos a la contra y la gente de arriba está aportando muchísimo porque defiende muy bien". Y añadió: "Es una propuesta que nos gusta mucho porque desde el primero hasta el último somos conscientes de que hay que defender y de que vamos a tener alguna para ganar. Y esa confianza nos está dando muchos puntos".

Y la cuarta razón de la mejora está en el vestuario. "El ambiente siempre fue muy bueno, incluso en los peores momentos. Nos dijimos lo que teníamos que decirnos, lo que pensábamos que estábamos haciendo mal y a raíz de ahí el técnico tomó unas decisiones que están saliendo bien y con la ayuda de todos las cosas van cada vez mejor".

Lo cierto es que empieza una nueva Liga de cinco partidos, que son los más importantes, y el Marino depende de si mismo tras los fallos de sus más directos rivales en las últimas jornadas. "Nosotros seguimos con la tranquilidad que teníamos cuando nadie daba un duro por nosotros porque seguimos confiando en nuestras fuerzas. Recibimos muchos palos de muchos lados pero el equipo siguió funcionando y gracias a eso ahora todo son caricias y aplausos", señaló el capitán.

Los palos y las palmadas no cogieron por sorpresa a Guaya porque, señaló, "estoy acostumbrado a que la gente del Marino se emocione muy rápido y también es negativa muy rápido". El capitán admite que la afición tuvo motivos para desconfiar en la primera vuelta, "porque el equipo tenía que haber dado mucho más, desde el primero hasta el último", pero confía en que la afición responda hasta el final como lo hizo frente al Tuilla. "A ver si seguimos sacando puntos para la gente se vuelva a enganchar y llene Miramar porque todo irá mejor".

El capitán confía en cumplir el objetivo del club al final de temporada. "Cuando veo los compañeros que tengo al lado pienso que sería una locura que el Marino no se meta en el play off y yo soy muy optimista, pero hay que respetar a los rivales y esperar".

El próximo objetivo es el domingo (17.00 horas) en el Suárez Puerta ante un Avilés que tiene asegurado el tercer puesto y sólo le queda pelear por el segundo, pero Guaya no cree que sea una ventaja para el Marino. "Nadie se deja llevar en ningún partido, y es de agradecer porque un equipo relajado siempre puede hacer mucho daño. Nosotros estamos centrados en lo nuestro, tenemos algunas pautas de como juegan ellos pero tenemos muy claro que si seguimos haciendo las cosas como en los cinco últimos partidos el equipo va a seguir hacia adelante". concluyó.