Daniel Góngora (21 años), no dudó en hacer el petate cuando en enero le propusieron fichar por el Marino. Llegó procedente del Arenas de Armilla, de la Preferente granadina, con toda la ilusión pero lo pasó mal porque a la dificultad de amoldarse a un nuevo equipo y a una comunidad autónoma totalmente desconocida, él tuvo que añadir el hecho de estar lesionado en un dedo del pie.

"Me costó, pero el recibimiento ha sido muy bueno desde el primer momento. Todos en el club me apoyan desde el minuto uno y estoy muy contento por esta oportunidad", comentó.

Disfrutó de sus primeros minutos hace dos meses en la derrota contra el Astur (1-0) al entrar por Gabancho en el minuto 58 y fue titular contra el Gijón Industrial, un partido en el que fue decisivo al fabricar la jugada que acabó con el gol del triunfo de Capelete en el minuto 50.

No fue más titular, pero siempre fue convocado por Blas García y el domingo tocó el cielo al marcar el gol que daba la tranquilidad contra el Siero (2-0) en el minuto 83 cuando el rival apretaba en busca del empate. "Sentí sobre todo mucha alegría porque ellos necesitaban los puntos y se vinieron arriba, y mucha felicidad porque el gol siempre da confianza y es una muestra de que se puede confiar en un jugador".

El futbolista granadino llegó un poco justo físicamente, pero ahora ya se vuelve a encontrar bien. "Los entrenamientos son intensos y estoy preparado para cuando me llegue la oportunidad poder contribuir a meter al equipo en el play-off, que es lo más importante", comentó.

El play-off es el objetivo del club y Góngora piensa que está al alcance porque la plantilla "es espectacular" y el equipo está hecho para estar arriba. "Yo no me he visto en otra porque aquí hay gente que jugó en Primera y estoy encantado porque cada día aprendo de los compañeros".

El Marino tiene el domingo (18.15 horas) un partido vital contra el líder Caudal en Mieres. Una victoria dejaría a los azulones con pie y medio en el play-off a falta de dos jornadas y Góngora confía en sumar los tres puntos. "Es en lo que pensamos desde que hace dos meses nos vimos a diez puntos, y ese es un partido más para intentar ganar y acercarnos a los 70 puntos que necesitamos, no es más importante que otros y sabemos que tenemos que cumplir como en el último mes y ya está. No hay otra". Y añadió: "Es un rival complicado y saldrán a muerte porque si ganan son campeones, pero vamos a plantarles cara para sumar y si puede ser ganar porque saldríamos muy reforzados".

Su meta es volver al once, pero es consciente de la dificultad de entrar ahora porque el equipo está en el mejor momento de resultados de la temporada. "Es lógico no cambiar nada cuando las cosas van bien, pero estoy concienciado para aprovechar los minutos que me de el técnico y demostrar que puedo ser útil".

El futbolista andaluz está encantado de conocer Asturias y destaca que la gente es "súper agradable y se come muy bien" pero el problema es el tiempo. "Cuando llegué no me podía creer que no parara de llover, y eso que me dicen que es de los mejores años pero yo todavía no he visto el sol", dice entre risas.

La última reflexión es para el vestuario. "Es una piña y eso nos llevó a estar arriba porque en los momentos malos hemos sabido estar juntos para salir adelante".