La denuncia de la Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (AVISPA), sobre posible altercados entre las aficiones del Avilés y del Lagun Onak cogió por sorpresa a la afición blanquiazul que se desplazó a Azpeitia (Guipúzcoa) para presenciar en directo el partido de ida del play-off de ascenso a Segunda B. Y es que no hay constancia en la delegación avilesina de ningún tipo de problema con la afición guipuzcoana. Muy al contrario todos los comentarios aluden al buen entendimiento entre ambas, tanto dentro como fuera del campo.

Toñi Ruiz, presidenta de la peña blanquiazul El Paraguas de Sabugo, asegura que todo fueron facilidades. "Yo estaba en la grada con los de la peña Galiana Xoven y Orsay, justo al lado de los que en principio son más forofos y no pasó nada. Es más, teníamos a los jugadores vascos calentando y en ningún momento hubo ni una mala palabra con nadie".

La seguidora avilesina afirma que los buenos modales siguieron durante el partido. "No hubo nada de nada. La Ertzaintza nos llevó al sitio donde nos teníamos que sentar y no hubo ni una mala palabra con nadie. Todo el mundo fue muy correcto tanto al llegar como al marchar y no creo que eso vaya a cambiar aquí".

Manuel Jaén, seguidor del Avilés en todos sus viajes desde hace tiempo, estuvo en la tribuna con su esposa, muy cerca de las dos directivas, y asegura que la afición local fue "super educada, correcta y todos lo calificados de hospitalidad que se quieran añadir. Todo fue muy bien".

Jaén está convencido de que si vienen los seguidores del Lagun Onak no va a haber ningún problema. "Otra cosa es que vengan radicales de otros equipos, pero no creo que vengan a Avilés a tocar las narices cuando no hay ni rivalidad ni nada. Sería totalmente absurdo y estoy seguro de que es la opinión generalizada de todos los que estuvimos allí".

Los buenos modales en el campo se extendieron a las afueras, según Manuel Jaén. "Cuando llegamos había una plaza reservada para el autobús y no pasó nada. Nos ubicaron detrás de la portería, pero yo quería ir a la tribuna y nadie me puso ningún problema. Saqué la entrada con mi bufanda puesta y en la grada fue una pasada con la afición local".