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Juegos Olímpicos

Cumple olímpicamente

Como en Pekín y Londres, Asturias apunta a una participación de ocho deportistas en Río, con la novedad del valdesano Borja Vidal con Qatar

María López dando una clase en el Grupo Covadonga. LNE

Gracias al sprint final, Asturias mantendrá su cuota olímpica en Río de Janeiro. Salvo sorpresa agradable o contratiempo de última hora volverán a ser ocho los representantes del Principado, como en Pekín'2008 y Londres'2012. Y con una rareza que sólo se había producido una vez, en los Juegos de México de 1968, cuando el candasín Carlos Prendes formó parte de la delegación mexicana en piragüismo. Ahora será Borja Vidal Fernández, de Pontigón (Valdés) el que recibirá su bautismo olímpico como integrante del equipo de balonmano de Qatar.

Las mujeres siguen ampliando su peso en la delegación asturiana. En Londres sólo fueron dos: Ángela Pumariega y Jessica Alonso, pero ambas volvieron con medalla. En Río casi seguro que serán tres: Estela García, Berta García y María López; con algunas opciones para Ana Temprano, que de momento forma parte de la convocatoria de la selección de balonmano. El pasado fin de semana fue muy especial para Berta García, que aseguró la clasificación con el equipo de rugby 7, debutante en unos Juegos, y para Estela García, que logró la mínima en 200 metros.

Aunque nació en Vilanova i la Geltru, hija de un ovetense emigrado a Cataluña por motivos laborales, Estela García se considera asturiana. En Oviedo residió durante un tiempo, para entrenarse a las órdenes de otro gran velocista, Pedro Pablo Nolet, y solía acompañarse de una bandera asturiana cada vez que subía al podio. Un positivo en un control antidoping en 2011 marcó su carrera, aunque ella siempre ha defendido que la sustancia que le fue detectada (furosemida) formaba parte de la composición de un diurético que tomó contra la retención de líquidos. Como prueba de que no se benefició de dicho producto explica que empeoró su marca en la competición en la que dio positivo.

Estela García cumplió su sanción, volvió a convertirse en la mejor velocista española y, cinco años después, ha logrado la mínima olímpica en 200 metros al parar el crono en 23.17 en la localidad suiza de La Chaux-de-Fonds. García, que pertenece al Valencia Atletismo y tiene a Ricardo Diéguez como entrenador, espera competir en Río también en 100 metros, para lo que tiene varias opciones durante el mes de julio, con el Campeonato de España de Gijón, los próximos días 23 y 24, como última oportunidad.

Para Berta García, una luanquina de 34 años, el preolímpico del pasado fin de semana sonaba a primera y última oportunidad. Porque el rugby 7se estrenará en Río y ella, por edad, difícilmente podrá estar en Tokio 2200. Las "Leonas" españolas no quisieron ser menos que sus compañeros del equipo masculino y se adjudicaron la única plaza en disputa. Lo consiguieron tras derrotar en la final a Rusia, que llegó al torneo con mejor ranking. En la cita de Río volverán a tener un desafío importante, ya que en su grupo competirán con dos potencias como Nueva Zelanda (número 2 del mundo) y Francia (5), además de Kenia, que ocupa el puesto undécimo, por el octavo de España.

Berta García es una de las fijas del seleccionador, José Antonio Barrio, por lo que sería una sorpresa su exclusión de la lista definitiva. Más difícil lo tiene la ovetense Ana Temprano, una de las tres guardametas que figuran en la relación de dieciocho preseleccionadas por Jorge Dueñas. Las habituales en los últimos torneos bajo la portería son Silvia Navarro y Darly Zoqbi, pero Temprano tendrá la oportunidad de luchar por una plaza en el Torneo 4 Naciones, que las "Guerreras" disputarán a mediados de julio frente a Noruega, Rumanía y Francia. Tras él, Dueñas tendrá que dar la lista definitiva de las catorce jugadoras que viajarán el día 30 hasta Brasil. La gijonesa Jessica Alonso, que se colgó el bronce en Londres, está entre las alternativas si se produjera la lesión de alguna extremo.

María López es una asidua de la selección española de hockey sobre hierba desde 2011, pero no quiso aventurar su presencia en Río hasta que vio su nombre en la lista definitiva del seleccionador, el inglés Adrian Lock. Para la gijonesa, que descubrió el hockey un poco por casualidad con 9 años en el Grupo Covadonga, estar en Brasil ya es un triunfo. Porque vivió la decepción hace cuatro años de quedarse fuera del torneo de Londres y, desde entonces, todos sus esfuerzos y de sus compañeras se centraron en Brasil. Hasta el punto de compensar la falta de ayudas aportando dinero para mejorar los métodos de entrenamiento. Ahora puede decir que mereció la pena y que, como Masángeles Rodríguez en Barcelona-92, una gijonesa sueña con dar la sorpresa y subirse al podio olímpico.

Sergio Álvarez Moya (hípica) y Javier Hernanz (piragüismo) también se clasificaron para Río formando parte de un equipo, pero en su caso tienen asegurada su presencia salvo lesión o percance de algún tipo.

El jinete avilesino, con su caballo "Carlo", es pieza clave del cuarteto que logró devolver al equipo español de saltos al concurso olímpico después de dieciseis años. Lo consiguieron por unas décimas de segundo, dejando fuera a potencias como Bélgica o Irlanda, por lo que una vez en Brasil no se ponen límites. Según Álvarez Moya, el podio estará en un pañuelo.

Algo parecido ocurre con el K-4 español del que forma parte Javier Hernanz. "Está muy caro entrar en la final porque hay siete u ocho paises en unas décimas de segundo. Pero, una vez en ella, puede subirse al podio cualquiera", asegura el parragués, que ejerce de marca en un barco que impulsa junto a Rodrigo Germade, Óscar Carrera e Íñigo Peña. Unos nombres que, con las debidas dosis de acierto y suerte, pueden ponerse a la altura del mítico K-4 formado por Herminio Menéndez, Díaz Flor, Ramos Misioné y Esteban Celorrio que logró la medalla de plata en los Juegos de Montreal-76.

En principio, las aspiraciones de los dos tiradores asturianos clasificados para los Juegos son más modestas. Si acaso, Jorge Llames cuenta con la experiencia de su participación en Londres, donde acabó decimosegundo en su modalidad de pistola velocidad 25 metros. Así que la consecución del diploma olímpico (entre los ocho primeros) puede ser un objetivo razonable para el avilesino.

Con esa referencia, Jorge Díaz necesitaría tener un buen día para acercarse al diploma olímpico en carabina de aire comprimido 10 metros. No lo descarta dada su progresión en el último año, con nuevo entrenador y diferentes métodos, aunque siempre en su entorno habitual, compatibilizando el deporte con su puesto de trabajo durante las mañanas.

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