Después de muchos intentos, el kárate será olímpico en Tokio 2020. Un premio para un deporte que cuenta con más de diez millones de afiliados en 191 países. También en Asturias, con tres mil licencias, ha estado siempre entre los más practicados. La pena es que para algunos, que en su momento estuvieron entre los mejores del mundo, llega demasiado tarde. Es el caso de los exkaratekas Óscar Vázquez y César Castaño. O de Lino Gómez Feito, exseleccionador nacional. Puede llegar a tiempo para Rodolfo Suárez, árbitro internacional que tiene muy claro que dentro de cuatro años estará en Japón, de una u otra forma.

Hace diez años, Óscar Vázquez y César Castaño se subían habitualmente a los podios de las competiciones internacionales. Ahora Óscar trabaja como policía nacional en Madrid y César acaba iniciar su segunda temporada como fisioterapeuta del Sporting. Así que recibieron la noticia con una mezcla de satisfacción y nostalgia. Pero más de lo primero, explica Vázquez: "Es un orgullo que el deporte de mi vida sea olímpico". Castaño se alegra, sobre todo, "por las nuevas generaciones, que notarán los beneficios".

El langreano César Castaño alargó su carrera deportiva esperando la noticia que acaba de llegar ahora: "Seguí hasta 2010 porque se rumoreaba que iban a incluir el kárate en el programa de Brasil". Por los Juegos Olímpicos, Castaño hubiese dado un paso al que siempre se negó, incluso siendo campeón del mundo: "Me hubiese ido a Madrid, a un Centro de Tecnificación, entre otras cosas porque seguro que me hubiesen obligado. Pero hasta ese momento demostré que aquí, con mi entrenador de siempre, José Antonio, también se podía competir al máximo nivel".

Óscar Vázquez consiguió sus títulos en la modalidad de equipos, que no fue incluida en el programa de Tokio, donde también se limitará el número de categorías. "Sería mejor que hubiera todos los pesos, pero estoy seguro de que el kárate cuajará en los Juegos porque da espectáculo". Y ve claros los beneficios para los deportistas. "Por ser olímpicos no van a vivir del kárate, pero les va a abrir muchas puertas".

Óscar Vázquez fue uno de los discípulos de Lino Gómez Feito, que durante quince años ejerció como seleccionador nacional femenino. Lino es de los que opinan que el espaldarazo olímpico "llega tarde" para Asturias, que hoy por hoy no cuenta con karatekas con opciones de estar en unos Juegos, aunque confía en la evolución durante los próximos cuatro años de Pablo Arenas, habitual en el equipo español.

Gómez Feito está convencido de que el kárate será un éxito en Tokio y se consolidará como olímpico, en contraste con el taekwondo, "que pegó un bajón desde que pusieron los sensores en los petos y los cascos". El exseleccionador considera que, de cara a los Juegos, los karatekas irán a una mayor especialización. Y también apunta algún inconveniente: "Hay gente del kárate a la que no le gusta que sea olímpico porque considera que se va a devaluar la técnica, que se van a primar los gestos técnicos que dan el punto".

Lino Gómez Feito espera estar en Tokio como espectador, algo que da por descontado Rodolfo Suárez, que es juez internacional desde 1997 y ha participado desde entonces en varios mundiales. Pero el pasaporte olímpico está más caro: "Sería un colofón para mi carrera porque llevo 44 años en el kárate". Suárez espera formar parte de la expedición oficial como técnico o como árbitro, pero en todo caso advierte: "No me voy a perder el estreno del kárate olímpico. Por si acaso empezaré a ahorrar ya".

Al margen del aspecto personal, Rodolfo Suárez considera que "el reconocimiento olímpico para el kárate llega con retraso. Tenía que haber sido muchísimo antes porque cumplíamos todos los requisitos. El kárate reúne todas las virtudes para ser un deporte importante en el programa de los Juegos: velocidad, técnicas variadas, explosividad".

Admite que "estrenarse en Tokio es la leche porque es la cuna del kárate. Ahora hay que trabajar para que tenga continuidad. En los Juegos hay que dar espectáculo para conseguir una buena audiencia de televisión". Lamenta que no haya buenas perspectivas para los asturianos: "Estamos en un ciclo un poco bajo. Si contásemos con figuras como Óscar y César tendrían muchas posibilidades de clasificarse".