Un gran día para el Sporting B. Los rojiblancos lograron la mayor goleada de la temporada (9-0) ante un pobre Siero y por la tarde sus principales rivales por el liderato se dejaron puntos. El de Mareo fue un partido aburrido, sin más aliciente que el de ver si el filial superaría los siete goles que le había marcado al Ceares. José Alberto aprovechó el encuentro para dar descanso a futbolistas como Nacho Méndez, Pablo Fernández, Cifre o Ramón. Dani Martín está con la selección española sub-19, aunque el filial pudo ayer jugar sin portero. Al descanso, el técnico reservó también a Claudio y Víctor Ruiz. Por la tarde, se conocieron el empate del Avilés en Llanes y la derrota del Langreo al Tuilla, que consolidan al Sporting B al frente de la clasificación en la previa de la visita al Suárez Puerta.

El único pero del día fue la lesión en los adductores del capitán Jaime Santos, que hoy será explorado por los servicios médicos, pero cuyo concurso no parece que vaya a estar comprometido en Avilés.

El Siero compareció en Mareo mermado por algunas bajas importantes, aún así escogió no encerrarse con un sistema ultradefensivo y tampoco mostró la agresividad de otros visitantes a la escuela de fútbol de Mareo.

El partido no tuvo historia. El Siero no realizó ni un sólo disparo a puerta y todo el choque se disputó en el campo visitante. Los goles fueron cayendo por la propia inercia ganadora en la que se ha instalado el filial. Tres de Rubén, titular ayer, y dos Claudio en su particular duelo por el pichichi del equipo. La ventaja al descanso era ya de seis goles, con un filial jugando a punta de gas. El ritmo decayó aún más tras el paso por vestuarios y el partido entró en una fase de aburrimiento máximo por la falta de tensión competitiva.

El técnico local, José Alberto, aprovechó para descargar de minuto a algunos de sus jugadores más cargados, dar oportunidades a los menos habituales y hasta para probar soluciones tácticas de emergencia. El filial jugó la última media hora con una defensa de tres centrales. La superioridad era tal, que ni José Alberto ni su segundo dieron apenas instrucciones en el segundo tiempo y permanecieron sentados junto al banquillo.

El partido sirvió también para la reaparición de Javi Benítez, que volvió a jugar una vez superados los problemas físicos. El portero tuvo una jornada más que tranquila, en la que su trabajo se limitó a blocar algún centro lateral y a jugar con los pies en las cesiones de sus compañeros.

El filial llega a Avilés con dos puntos de ventaja y el recuerdo de la victoria en Mareo (3-1) y la renta con el Langreo se eleva ya ha siete puntos. El filial se acerca a su objetivo de acabar campeón.